Nuevo golpe para la producción de eléctricos de VW en Europa. La gama ID, ariete de la producción de la marca en su intento por acelerar la electrificación en el Viejo Continente, no está teniendo el éxito esperado, y es una de las razones por las que se cree que la planta de Dresden detendrá su producción en breve.

Dicha planta, dedicada a la fabricación de su modelo de entrada a gama ID.3 y en funcionamiento desde hace 20 años, en 2022 ensambló 6.500 vehículos, cifra insuficiente para mantener su funcionamiento y a unos 300 empleados, que serán reasignados a otras funciones dentro de la estructura de la compañía. Así lo adelantó Automobilwoche, medio especializado cercano a Automotive News.

Esta decisión se suma a las recientes declaraciones por parte de VW sobre una medida similar que afectaría al personal temporal de su planta de Zwickau, su principal fábrica de vehículos eléctricos en Alemania.

La disminución general en la demanda de EV, causada por la gradual retirada de subsidios gubernamentales en Alemania, ha provocado la incertidumbre laboral de alrededor de 2.000 operarios temporales adicionales a los ya establecidos en su estructura de personal estable.

Esto último provocó que la marca también haya comenzado su “plan de ajustes” en la planta de Zwickau, Alemania, debido a “las cambiantes condiciones del mercado”, según informó VW. Estas instalaciones, las más grandes dedicadas al montaje de vehículos eléctricos del grupo en Europa, tienen una capacidad anual de 300.000 vehículos. Allí se ensambla una gama de eléctricos basados en la plataforma MEB del grupo que, además del VW ID.3, incluye al Audi Q4 e-tron y al CUPRA Born.

La planta de Zwickau, que emplea a casi 11.000 trabajadores, recibió una inversión de 1.200 millones de euros para reconfigurar sus líneas de producción para la fabricación de vehículos eléctricos. Sin embargo, esto no parece ser suficiente para enfrentar a una competencia creciente y una importante menor demanda en el mercado europeo.

La sucesión de acontecimientos hace ahora que la idea inicial de VW de ofrecer empleo permanente a 540 trabajadores, que habían sido fichados con contratos temporales en los últimos años, comience a desdibujarse. La empresa anunció que no podrá mantener a menos de la mitad de estos (unos 250), después de que expiren sus contratos de doce meses.

Este panorama es el menos deseado y alejaría a la marca de su desafío por confrontar por el liderazgo global con Tesla y las emergentes marcas chinas.

Todo indica que la caída en los pedidos de clientes corporativos, que representan alrededor del 70% de la gama ID. fabricados en la planta, se produjo después de que finalizara una subvención federal para vehículos de empresa impulsados por baterías a principios de este mes.

Por otra parte, tampoco ayuda mucho a esta situación el hecho de que VW está siguiendo la estrategia de otros fabricantes consistente en exportar vehículos eléctricos desde China y hacia Europa. Sin embargo, esta es una maniobra que está siendo muy observada, ya que la Unión Europea ha anunciado una investigación sobre las subvenciones a los vehículos eléctricos para evitar una oleada de importaciones baratas.

La manipulación de producir vehículos en China para abaratar costos, y que cuando esos coches vayan a Europa tengan impuestos más altos que harán que cuesten como hechos allí, no deja de ser paradójica ya que, mientras tanto, en la planta de Dresden no se fabricarán autos, al menos por un tiempo...

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