En unos meses, Mini presentará una nueva y profunda revisión de la carrocería 3P, casi como un modelo nuevo. La marca de Oxford seguirá ofreciendo todas sus versiones características, incluida la más prestacional de todas con el sello de John Cooper Works. Esta es la que sirvió como base para una edición limitada que homenajea la exitosa performance del modelo en las 24 horas de Nürburgring celebrada a fines de mayo de este 2023.

Para la ocasión, Mini decidió volver a competir en uno de los clásicos más importantes de resistencia para vehículos de serie del mundo después de 64 años de ausencia y lo hizo de la mano del equipo Bulldog Racing, logrando un segundo puesto en la categoría de vehículos de producción (de 1.600 a 2.000 cm3, sobrealimentados), lo que significó que un vehículo de la marca con la intervención John Cooper Works subiera a uno de los podios más valorados en este tipo de pruebas. Motivación más que suficiente para encarar una edición especial que no estará disponible en los concesionarios Mini, sino que para obtenerla habrá que reservarla en estos espacios, o bien, contactar directamente al equipo, para “personalizar” la versión más potente del modelo, tanto en el exterior como en el interior.

A primera vista, no hay nada fuera de la propuesta normal de un John Cooper Works, aunque si se presta atención surgen varios detalles especiales. Desde el techo, donde aparece en toda su dimensión el emblema de Bulldog Racing, imagen que, en un tamaño bastante más pequeño, también se replica en los pilares de las puertas y en el lado izquierdo del portón trasero. Los espejos retrovisores cuentan con un anagrama del mítico circuito alemán en la parte más interna.

Las llantas de aleación son nuevas, y únicas, desarrolladas para la versión por OZ y de 17”, calzadas con neumáticos Pirelli P Zero en medida 205/45 R17 y asistidas por amortiguadores ajustables KW V3 para uso en pista. Se destaca la doble salida de escape central, cromadas para la ocasión, que rematan una nueva diagramación del sistema a cargo del especialista Remus. Sistema que forma parte del impulsor IL4/2.0 litros TwinPower turbo, que no se alteró respecto a la versión normal: mantiene 231 CV y se combina con una caja A8 que tampoco se ha modificado y trae levas al volante.

El cambio realmente destacado aparece en el interior, donde el Bulldog Racing eliminó totalmente el asiento posterior del vehículo, por lo tanto a partir de las butacas deportivas, con apoyacabezas integrados, lo único que se destaca es una barra de refuerzo transversal. En el túnel de transmisión aparece una placa especial indicando que esta intervención está totalmente aprobada por la marca.

Como adelantamos, para adquirirlo en Europa, los interesados pueden reservar su unidad en un concesionario oficial o incluso llevar su propio Mini al Bulldog Racing para que se le incorporen estos significativos cambios.

Según el director/gerente del equipo, Alexander Schabbach, “para poder satisfacer el mayor número posible de elecciones, cada coche se personaliza según las peticiones del cliente y es, por tanto, único. Servicio que también ofrecemos a los clientes con Minis más antiguos de la generación actual a partir de 2014”.

Sin embargo, lo que Schabbach no puntualizó fue el precio de la versión, como tampoco lo hizo la marca, aunque esta destacó que está homologada para calle y que el equipo ofrecerá también una alternativa más radical para quienes lo deseen.

....................................................................................................................................