Las marcas de modelos deportivos, de alto nivel y bajo volumen, como Ferrari, Aston Martin, Lamborghini, McLaren, etc tienen un rumbo totalmente diferente en su camino hacia la electrificación respecto a los fabricantes generalistas.

La despedida o “hibernación” de los motores de combustión en estas marcas se hará en forma más lenta y progresiva, alentados por el futuro que se avizora con los combustibles sintéticos como una forma adicional de poder mantener en el mercado sus potentes y mucho más “emocionales” motores térmicos.

En el caso específico de McLaren, la firma británica no avanzó demasiado rápido hacia la electrificación hasta ahora. El P1 de 2012 fue un hiperdeportivo híbrido muy especial del que se produjeron pocas unidades, mientras que el más reciente Artura se convirtió en el primer híbrido plug-in de volumen de la marca de Woking.

Sucede que sus clientes todavía no le reclaman a McLaren un deportivo 100% eléctrico, al menos, así lo asegura su máximo responsable. Razón por la cual, mientras se mantenga esta tendencia, la marca de origen británico, seguirá evaluando opciones y apostando en el corto plazo por la tecnología híbrida.

El reciente anuncio de la renovación de su acuerdo de colaboración con el especialista Ricardo (relación que no es nueva y se extiende desde que el motorista creó la mecánica del M12C de 2011) garantiza el desarrollo de un nuevo motor V8 híbrido para los superdeportivos inmediatos de la casa de Woking. Esto confirma la previsión de que el 90% de sus ventas en los próximos cinco años serán de tecnología híbrida.

Respecto al primer 100% eléctrico de la marca, todo indica que no será realidad hasta finales de la presente década o principios de la próxima, cuando se presentaría el sucesor eléctrico del P1. Espacio que no han podido ocupar otras realizaciones de la marca lanzadas en el interín, como el Senna, el Elva y el Solus GT. Ninguno logró el aura del P1 o del mítico F1 de los ‘90.

Sucede que en McLaren tienen claro que la actual tecnología de electrificación no se puede aplicar a sus deportivos si se quiere mantener intacto el ADN de la marca, al menos, en el corto plazo. Y no es una cuestión de potencia pura: McLaren no quiere dejar de “emocionar” por más que se trate de un silencioso eléctrico.

“La razón principal es el peso. No queremos fabricar un coche de 2.000 kilos y 2.000 CV, eso cualquiera puede hacerlo, pero no está en el ADN de McLaren”, le aseguró el jefe de la compañía, Michael Leiters, al prestigioso medio británico Autocar.

Para que la tecnología eléctrica sea una realidad en la marca, McLaren no evalúa potencia y prestaciones, en cambio, piensa en un vehículo con alto rendimiento dinámico, ágil y que requiera una forma de conducir “emocionante”. Leiters sintetizó, “queremos hacer un vehículo que sea comparable al 750S y estamos trabajando en conceptos e ideas en ese sentido”.

Recién cuando eso se logre será el momento ideal para la llegada del primer superdeportivo eléctrico. "Tal vez al final de década. Creo que la mejor manera de introducir una nueva tecnología es aplicarla, primero, en los modelos más ambiciosos, donde trabajar en el aligeramiento y en el hardware de la propia batería, para luego incorporarla a toda la gama”, concluyó Leiters.

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