En la última década, el mercado de los modelos eléctricos ha experimentado un crecimiento sin precedentes en China. Una de las principales razones del dominio en las ventas de unidades eléctricas nuevas en dicho país es la visión y el fuerte apoyo del gobierno local. No obstante, imágenes recientemente reveladas ponen en duda la veracidad de las cifras oficiales.

Las imágenes, que se han viralizado por la red, muestran grandes espacios llenos de vehículos eléctricos nuevos que parecen “amontonados o abandonados” al descubierto.

Haciendo historia, desde principios de los 2000, China implementó políticas agresivas para promover el uso de vehículos eléctricos, ofreciendo subsidios generosos, exenciones fiscales y otros incentivos para los fabricantes y compradores de eléctricos. Esta estrategia le permitió a China convertirse en el mercado más grande de unidades eléctricas en el mundo.

Otro factor clave que incentivó el fenómeno es la infraestructura de carga sólida que hay en China. El gobierno invirtió masivamente en la construcción de estaciones de carga rápida en todo el país algo que, prácticamente, eliminó las preocupaciones de los usuarios sobre la recarga. Esta red de carga extensa y bien desarrollada fomentó todavía más la adopción de eléctricos en el país.

Esta tendencia fomentó la aparición en China de varios fabricantes de eléctricos que ya se hacen sentir en el mundo, como BYD, NIO y Xpeng que han desarrollado vehículos eléctricos de calidad y rendimiento, compitiendo directamente con las marcas establecidas a nivel global. En buena medida estas compañías chinas se han beneficiado, además, por una cadena de suministro local sólida y una mano de obra más barata, lo que les ha dado una ventaja competitiva en términos de costos haciendo posible precios ‘a público’ más accesibles.

Esta sumatoria determinante para el dominio de China en las ventas de eléctricos ha tenido un impacto significativo en la industria global. Los fabricantes tradicionales de todo el mundo se han visto obligados a adaptarse y competir con sus eléctricos en el mercado de eléctricos más grande del mundo y ante rivales que cuentan con beneficios con los que ellos ni sueñan!!

Su alternativa principal pasa por profundizar los esfuerzos de investigación y desarrollo para poner en marcha sus propios modelos de vehículos eléctricos y mantenerse relevantes en esta nueva era de movilidad sostenible.

Sin embargo, el dominio de China en las ventas de eléctricos también plantea desafíos y preocupaciones. La dependencia de China en la cadena de suministro de baterías y materiales clave para la fabricación de vehículos eléctricos ha generado inquietudes sobre la seguridad de suministro a nivel global.

Ante este panorama, que se nutre de otras cuestiones menores, pero que también inciden, una nueva cuestión se suma al debate: ¿son reales las cifras oficiales de ventas de vehículos eléctricos en el país asiático?

En 2022, China monopolizó el 60 % de las ventas totales de vehículos eléctricos nuevos en todo el mundo. Sin embargo, las imágenes develadas (perteneciente a la localidad de Hangzhou, capital de Zhejiang y a cargo de Serpentza, youtuber especializado en el país asiático) plantean muchas dudas al respecto.

La imagen con que abrimos este informe, muestra un gran espacio lleno de eléctricos nuevos que se están deteriorando al aire libre. Imagen que induce a suponer que los fabricantes locales “inflan” las cifras de producción para cumplir con los requisitos y recibir ayudas del gobierno. Muchos de los vehículos avistados aún tienen los plásticos protectores y ya están matriculados, lo que indica que se trata de ventas “fraguadas” incluidas en las estadísticas oficiales.

Otra explicación que surge se relaciona con la fiebre de los vehículos compartidos que tuvo lugar en 2019, cuando muchas empresas se lanzaron al mercado de alquiler de eléctricos, pero dos años después la mayoría de ellas cerraron sus operaciones, dejando numerosos vehículos abandonados.

Todo indica que este fenómeno se repite en varios lugares de China, lo que hasta podría representar, paradójicamente, un serio problema ambiental, con ocupación de espacio y desperdicio de componentes utilizados en la fabricación de los vehículos, varios de ellos, con distintos niveles de contaminación.

Como conclusión, todo sugiere que las cifras de ventas de eléctricos en China no son todo lo reales que se suponían, aunque la magnitud exacta del problema es desconocida, ya que la hermeticidad que rodea a ciertas cuestiones del gigante asiático, esta vez, tampoco hizo excepción.

.................................................................................................................................