Para la dualidad que propone “disfrutar sus clásicos tranquilizando conciencias”, el nuevo combustible de Coryton suena ideal, siempre y cuando se hable de propietarios que puedan permitirse pagar un costo desmesurado para obtenerlo.  

En realidad, conviene aclarar que el nuevo combustible es semi-sintético, ya que su contenido sostenible es parcial y no total, lo que no fue impedimento para que el especialista en combustibles Coryton lo haya bautizado, Sustain Classic, y cuya graduación equivale a nafta de 98 octanos. Cumple con el mismo estándar EN228 que la nafta de origen fósil y, aunque se ha formulado para vehículos clásicos, se adapta sin inconvenientes, ni adaptación especial, a cualquier tipo de motor de combustión interna. Para ponerlo en orden, estamos hablando de nafta semi-sintética con un contenido sostenible máximo del 80%, el resto sigue siendo “jugo de dinosaurios” que, aunque menos, seguirá provocando emisiones.

Entre sus características, se destaca que se trata de combustible aditivado para evitar la formación de nuevo depósitos (“carbones”), disminuyendo los existentes, y manteniendo el motor “limpio” durante un período sensiblemente mayor. Ahora bien, cuando se habla de su precio, literalmente, ‘el bolsillo tiembla’!!

Hay tres tipos de nafta Sustain Classic. La denominada Super 33 (98 RON, 33% sustentable, con una reducción de emisiones de 25% de CO2) a 4,42 euros por litro; la Super 80 (98 RON, 80% sustentable, con una reducción de 65% de emisiones de CO2) a 5,40 euros por litro y, finalmente, la bautizada Racing 50 (102 RON, 50% sustentable, con una reducción de 35% de emisiones de CO2) a razón de 6,09 euros por litro.

Precios poco menos que prohibitivos para ‘bolsillos normales’ y que parecen sólo reservados para ‘grandes billeteras’. La parte sostenible de este nuevo tipo de combustible se obtiene de descartes vegetales o desperdicios alimenticios, vale decir, en realidad se trata de biocombustible, no e-fuel (que se obtiene con electricidad, aire y agua). Eso sí, no es bioetanol, tiene incluso menos contenido de alcohol que la nafta convencional. El contenido en bioetanol es mínimo, menos del 1%.

Según Coryton, este combustible puede conservarse en un recipiente adecuado entre un año y un año y medio, por lo que se puede acumular en bidones para eventos de clásicos y hasta “ahorrarlo” con compras periódicas, siempre y cuando cuando las posibilidades económicas lo permitan.

Según Coryton, se puede usar en cualquier tipo de motor térmico actual, y desde viejas unidades de baja compresión de hace un siglo atrás, que no tienen problemas en usar nafta de alto índice de octanos, porque se diseñaron para funcionar con combustibles de bajo octanaje. En teoría, al margen de la parte económica, no debería notarse diferencia alguna al ser utilizado.

Por el momento, la única conclusión a la podría llegarse es que esta nafta semi-sintética aparece como un capricho para pocos (ricos) gente a la cual no le cambia la vida gastarse 200 o más euros en llenar el depósito de combustible de su clásico o su superauto. Aunque también aquí habrá que ser muy cuidadoso, ya que no es lo mismo el que tenga un McLaren F1 o una Ferrari de última generación, que el que haya rescatado un clásico barato, juntando euro por euro, y necesite rellenar el tanque.

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