Alpine inicia un ambicioso proceso que la llevará a convertirse en una marca 100% eléctrica. Y lo hace con un fuerte golpe sobre la mesa, y por partida doble: entrando de lleno al competitivo segmento B y desafiando, nada menos, que al nuevo Abarth 500e, que se propone como el máximo referente entre los ‘hatch calientes’ del nicho “juguetes muy nerviosos”.

En principio, el concept Alpine A290_β, se presenta como un anticipo muy fiel al modelo de producción que debutará el año que viene. Sin embargo, más allá de su diseño exterior o del equipamiento en materia de confort, seguridad y conectividad, la clave será el tema técnico. El nuevo Alpine fue desarrollado tomando como base el Renault 5 E-Tech eléctrico, modelo cuyo desarrollo corre con leve ventaja y que fue clave para la creación del A290.

Ambos incorporan la plataforma CMF-B EV, una arquitectura específica para vehículos eléctricos de batería. En la gama A290 habrá disponibles dos motores eléctricos y una sola batería. El acumulador de energía del primer Alpine eléctrico será una nueva batería de 52 kWh con celdas NMC (Níquel, Manganeso y Cobalto) realizada por el especialista AESC Envision. La autonomía del A290 con esta configuración sería de unos 400 kilómetros de acuerdo al ciclo WLTP y según el fabricante.

El acceso a la gama del A290 tendrá el motor ePT-100, a un nivel superior estará la versión con motor ePT-160 con 218 CV y se habla de un plus desarrollo para una tercera versión todavía más radical que hasta podría utilizarse en competición.

El nuevo A290 estará en los mercados europeos a fines de 2024, ya que el inicio de su producción –en la planta Renault de Douai, Francia- se iniciará a principios del último trimestre del año.

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