Subaru presentó su nuevo e interesante SUV  que guarda una muy estrecha relación con el Daihatsu Rocky, ya que se trata de un típico “remarcado”, en este caso, a partir de la colaboración que Subaru mantiene con Toyota, recordando que Daihatsu está integrada al conglomerado del gigante nipón.

La denominación comercial Rex no es nueva en Subaru ya que el modelo original debutó hace 50 años y con un concepto muy diferente a esta reaparición del nombre que, luego de algunos altibajos que hasta incluyeron cambios de tracción, estaba desaparecido desde hace 30 años.

El nuevo Rex cambia también ahora, asimilado a los nuevos tiempos que corren, donde las siluetas tipo SUV/ crossover concentran el grueso de las ventas, razón por la cual, no es de extrañar que Subaru haya rescatado el nombre para usarlo en un crossover.

Silueta que propone un largo total de 3.995 mm, con un ancho de 1.695 mm, una altura de 1.620 mm y una distancia entre ejes de 2.525 mm, mostrando que su “herencia Rocky” ha sido todo lo satisfactorio que se esperaba.

Configuración que también se replica en su mecánica. El nuevo Rex solo está disponible con el motor naftero IL3/1.2 litros, atmosférico, que desarrolla una potencia de 87 CV con 113 Nm de par máximo. Unidad combinada con una caja de cambios automática tipo CVT y con tracción delantera, aunque a diferencia del Rocky, el Rex no está disponible con tracción total.

La combinación mecánica puede quedar algo limitada, pese a que el Rex está por debajo de los 1.000 kilos, y atendiendo esto, la marca le incorporó un selector de modos de conducción para optimizar las reacciones del vehículo en casos de necesidad o preferencia

Para el mercado japonés la gama estará compuesta por dos niveles de equipamiento ( G y Z) sobre lo cual la marca no se ha explayado, quizás, considerando que el modelo no está planeado para desembarcar en Europa.

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