Industria Automotriz EMISIONES

“LA ENMIENDA FERRARI” SALVARÁ A LOS TÉRMICOS

27/10/2022. Gracias a la Enmienda 121, bautizada con el nombre de uno de sus principales beneficiados, en la Europa de 2035 no se prohibirán los motores de combustión interna de marcas exclusivas y con bajo volumen, pero ¿hasta cuando?...

La Unión Europea (UE) puso fecha de caducidad al motor de combustión interna desde 2035, lo cual eliminará del mercado a todos los vehículos de turismo y utilitarios que emitan gases de “efecto invernadero” como producto de la combustión de combustibles fósiles, incluyendo a los híbridos.

No obstante, como suele suceder, habrá excepciones.

Parlamentarios italianos sacaron adelante un apartado dentro del texto legal que adelanta dicha eliminación del mercado europeo a partir de 2035. Se trata de la “Enmienda 121”, popularmente conocida como “Enmienda Ferrari”, a partir que dentro del grupo de marcas afectadas, la legendaria casa italiana es una de las que más tenía que perder y la que avaló la aplicación de dicha enmienda. Medida que, como principal atenuante, contempla una excepción para los fabricantes que tienen menor volumen de producción.

Esto nos recordó una de nuestras tantas charlas con Horacio Pagani cuando, en su lúcida manera de ver las cosas, nos explicaba cuál era su perspectiva, no solo ante la prohibición citada, sino ante el por entonces todavía no ejecutado recurso impulsado por los  parlamentarios italianos. “Recuerdo que durante un viaje en avión desde Medio Oriente y hacia EE.UU., en el que estaba algo desvelado, me puse a hacer cálculos a partir de cuanto combustible estaba consumiendo el avión en el que estaba viajando –creo que era un 747- y cuanto iba a consumir al cabo de ese viaje. Y llegué a la conclusión de que solo en ese viaje,  el consumo de combustible del avión iba a ser superior al de todos los Pagani fabricados hasta el momento. Me pareció una cifra ridículamente baja y, desde una perspectiva parecida, creo que a nivel político ya se está trabajando en Italia para intentar modificar la regla”.


Un razonamiento esclarecedor que, de alguna forma, se sumó a lo que significa para algunas marcas más exclusivas el hecho de seguir contando con mecánicas que son, además, señales de identidad casi únicas y piezas de ingeniería exquisitas. Algo que sólo podría compararse con la relojería, donde un movimiento mecánico de alta gama define la valoración del producto final ante el más preciso movimiento de cuarzo (de hecho, a igualdad de modelo, siempre el mecánico es más apreciado y por ende, más caro).

A la cabeza del “grupo de riesgo” están los fabricantes que aún montan en sus autos mecánicas V12, las primeras en vías de extinción por sus elevadas emisiones de gases "efecto invernadero".

Entrando en detalle, la citada enmienda plantea dos niveles en los que la normativa de 2035 se hace más “amigable” para las marcas. Por un lado tenemos a los que no llegan a 1.000 unidades/año porque fabrican a mano o en series muy limitadas, donde el ejemplo más claro es la propia Pagani Design.

Al ser vehículos muy exclusivos, su impacto en las emisiones de la UE es estadísticamente “despreciable”, por lo que a partir de 2035 podrán seguir fabricando y vendiendo vehículos impulsados por motores de combustión interna. Con la posibilidad de incorporar electrificación por el motivo que sea, desde un cierto control de emisiones hasta una búsqueda de mayor potencia, e inclusive para “amigarse con el marketing” y mostrar una cierta actualización.

Dicho de otra forma, los clientes de marcas minoritarias podrán seguir encargando modelos con motores térmicos, que serán mucho más exclusivos por entonces, sin que eso tenga un impacto relevante en el medio ambiente.


Sin embargo, el caso de los  fabricantes de mayor volumen es diferente. Los que van desde 1.000 a 10.000 unidades, que no es exactamente el caso de Ferrari, que superó las 10.000 unidades recientemente, deberán afrontar otra perspectiva. La italiana, junto con otras, tipo Lamborghini, Bentley, etc, tendrían que solicitar una prórroga a la UE para poder seguir vendiendo autos muy exclusivos con motores de combustión interna, pero dicha posibilidad se extiende solo... durante un año más!! según indica la redacción preliminar de la norma. Además, en cualquier caso, tendrán que cumplir la normativa de emisiones Euro 7 o la que esté vigente en ese momento.

O sea que aunque se permita a unos pocos fabricantes vender unos cuantos autos con motores de combustión interna más, tendrán que cumplir unas normas muy restrictivas respecto a sus emisiones.

Por ese entonces, podría entrar a jugar el tema de los combustibles sintéticos, la aplicación de hidrógeno directamente como combustible, etc, que, prácticamente, aseguraría el futuro de los térmicos. Sin embargo, esto también plantearía otra disyuntiva, ¿valdrá la pena seguir invirtiendo en el desarrollo de motores de combustión interna de producción tan limitada? Lo que, automáticamente, dispara ¿a que precio deberá venderse un auto con dicho motor para que sea redituable? O algo más concluyente, ¿habrá clientes que puedan/quieran poco menos que “hacerse cargo” de pagar el desarrollo de sus propios autos?.

El exclusivo Huayra Codalunga de Pagani, según el propio constructor, “fue sugerido de acuerdo a la iniciativa de varios usuarios de nuestros autos”, pero ¿cuántos clientes habrá dispuestos a “proponer” su auto por un costo que, en el caso del Huayra citado, ascendió a siete millones de dólares?!!

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