VERSIÓN RECARGADA
11/10/2022. Luego de tres años de ausencia, la 20ª edición de la mayor y mejor muestra de clásicos de Latinoamérica, volvió con un despliegue superior a todo lo previo: unos 900 vehículos se dieron cita durante cinco días, donde los tributos a Ferrari, Jaguar E-Type, Reutemann, Malvinas y Berta, entre otros, le dieron todavía más brillo a su propuesta...
Tras dos años de pandemia y con una extensión-récord de cinco días, la edición nº20 de Autoclásica, alcanzó la que hasta ahora fue la máxima expresión en la historia de la muestra.
Alrededor de 900 vehículos de todo tipo, desde camiones hasta supercars e inclusive motos, aeronaves y embarcaciones se dieron cita en el predio del Hipódromo de San Isidro. Desde el jueves pasado y hasta ayer (aprovechando los feriados de viernes y lunes), con una gran afluencia de público, pese al precio de las entradas generales -$2.500 anticipadas vía Tiketek y $3.000 en los ingresos habilitados- y de los estacionamientos -$1.500, con recaudación donada al Hospital de San Isidro- y esta vez, sin que el clima le hiciera una “mala jugada”, como sucedió en ocasiones anteriores.
Muestra que tuvo ribetes de excelencia con el homenaje a Carlos Reutemann, a través un espacio exclusivo y dedicado a la trayectoria deportiva del gran santafesino fallecido el año pasado, con vehículos que estuvieron a su cargo, desde el Peugeot 205 Turbo 16 con el que corrió el Rally de Argentina de 1985, hasta el Williams FW07 de F1 y que incluyó a varios F2 y hasta el Huayra de TC.
Otro pilar de nuestro automovilismo, Oreste Berta, tuvo una carpa especial dedicada a su prolífica y exitosa trayectoria, con buena parte de los autos que alistó, desde el “Ratón Escandaloso” y uno de los Torino de Nürburgring, pasando por distintos autos de TC, TC2000, Sport Prototipos, F1 Mecánica Argentina y el auto original con el que se coronara campeón argentino de F2 Miguel De Guidi. El sábado, una ceremonia en homenaje al “Mago de Alta Gracia” fue hábilmente conducida por el colega Raúl Barceló.
A estos destacados se sumaron, la celebración por los 75 años de Ferrari, con un gran despliegue y exhibición de autos aportados por el Ferrari Club Argentino y otros coleccionistas. Un año después de haber cumplido 60 años desde su lanzamiento (la pandemia fue la “culpable”), se homenajeó al “deportivo más hermoso de la historia” (según Enzo Ferrari) el Jaguar E-Type, con una exhibición de más de 20 unidades.
También se homenajeó a la división “M” de BMW (50 años), a los 100 años del Lancia Lambda, los 50 años de la Honda CBX de seis cilindros y se implementó un sector especial para los Supercars actuales.
Párrafo aparte para un tributo con alta sensibilidad fue el especial recuerdo a los 40 años de la guerra por Malvinas en el Atlántico Sur, a través de vehículos militares y dispositivos involucrados (desde aviones hasta radares).
Como siempre, el sector Autojumble, propuso su habitual parafernalia de elementos de todo tipo (desde repuestos, hasta “chatas”!!), brindando un recorrido tan original como simpático desde su condición de caótico mercado fierrero de la muestra.
Otras presencias salientes y elegidas por el público fueron, el Museo Juan Manuel Fangio, donde se destacó un “Blue Wonder”, camión de transporte veloz que era conducido por los propios pilotos de Mercedes, con un 300 SLR a bordo y varios autos identificados con el piloto más grande de la historia.
También se destacaron, un llamativo Lancia Stratos (1974) que obtuvo el primer premio en la categoría WRC. El hermoso Alfa Romeo 6C 2500 SS by Pininfarina que, elegido por la prensa, se hizo acreedor al premio “Germán Sopeña”. La Harley Davidson UL 1200 Flat Head (1947) que recibió el premio Best of Show en Motos. Y se hizo cargo del máximo galargón el Bugatti Type 57 de 1935 de la colección Elicabe elegido como Best of Show 2022, imponiéndose en la terna de finalistas a otros dos ejemplares de gran nivel, el Alfa Romeo 6C 2500 SS de1949 citado y un Bentley 4.5 Liters Open Tourer de 1929.
Lo que se dice, una muestra que pareció haber tomado “envión” luego de su ausencia de los últimos años por causas no deseadas para entregar sus mejores atributos y, damos fe, que la asistencia y satisfacción del público, supieron reconocerlo.