La popular marca de vehículos low cost está lista para dejar a un lado sus diésel. Una decisión que a priori parece difícil de entender si tenemos en cuenta que los gasoleros de Dacia han sido y continúan siendo un éxito de ventas en Europa. Sin embargo, Dacia no puede convertirse en “una isla” en un ámbito de cambios en la dinámica de la industria automotriz.

La marca de origen rumano también ha iniciado su proceso de electrificación, una transición que si bien será más lenta que la de otras marcas, acabará por imponerse en sus modelos si quiere mantenerse vigente en los mercados europeos. Más aún cuando se ha dictaminado la desaparición del motor de combustión interna en los vehículos OKm que se vendan a partir de 2035.

Razón por la cual, es necesario que Dacia adapte su oferta de producto a las nuevas y restrictivas normativas de emisiones que propone Euro 7, cuyo objetivo es poco menos que declarar la cancelación de los diésel.

Los gasoleros han sido acosados por las normas más que ninguna otra alternativa térmica y su cuota de mercado se ha visto reducida de manera preocupante.

La “demonización” de dicha tecnología está consiguiendo el objetivo deseado, y es que los usuarios opten por dejar a un lado este combustible y busquen otras opciones de movilidad, como vehículos nafteros, híbridos o eléctricos.

Aún con este panorama negativo, sin embargo, Dacia convirtió a sus diésel en un éxito, más allá de las enormes presiones políticas que se ejercen sobre la tendencia, y que sólo a través de la prohibición implícita que significan normas cada vez más difíciles de cumplir por los gasoleros, podrán lograr su cometido.

Por todo esto, a pesar del éxito comercial que todavía tienen los Dacia propulsados por diésel, la firma rumana perteneciente al Grupo Renault ha decidido dejar de lado este combustible. En la actualidad, solo hay un modelo diésel en la gama Dacia, el SUV Duster, un auténtico protagonista, no solo en la gama de la marca rumana, sino a nivel europeo que, menuda paradoja, tiene los días contados.

Según pudo conocerse, los planes de la marca pasan por retirar el Duster diésel en el momento que se produzca el próximo cambio generacional, o sea que la 3ª generación del modelo no tendrá versiones diésel, ofreciéndose con motores nafteros, versiones híbridas y bifuel (GLP).

En el momento que inició su ambicioso proceso interno con el lanzamiento de los nuevos Sandero y Logan allá por el año 2020, quedó bastante claro que el diésel no entraba en los planes de Dacia. A excepción del Duster, cada uno de los nuevos modelos de Dacia que fueron siendo presentados no tuvieron mecánicas alimentadas por gasoil. Una especie de anticipo de la erradicación definitiva de los diésel que se avizora y que ningún éxito comercial -al parecer- podrá detener.

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