La industria automotriz está viviendo tiempos realmente convulsivos. En Europa, a pesar de todos los problemas y dudas que presenta el rumbo establecido, se sigue adelante en la transición hacia el auto eléctrico, con la mira puesta en el que sería uno de los hitos al respecto: en 2035 dejarán de venderse vehículos OKm impulsados por motores térmicos. Un punto de inflexión que vivirá el sector de la automoción al que SEAT no es ajena, lo que debería encontrarla abocada a implementar estrategias en ese sentido, sin embargo...

La marca decidió retrasar su apuesta por los eléctricos. Una actitud que entraña numerosos riesgos, vista la tendencia generalizada hacia un rumbo totalmente opuesto, y que ahora, se suma al resto de inconvenientes y desafíos que azotan a la industria a nivel global (crisis de los microchips, optimización de la producción y sus costos, etc). Demorar lo máximo posible su decisión por la movilidad 100% eléctrica deja a SEAT en una posición realmente delicada, especialmente, cuando las perspectivas no la favorecen (se palpita el arribo de la norma Euro 7 y el auge de los eléctricos está en plena expansión).

Wayne Griffiths, CEO de SEAT, manifestó varias veces cuál sería la estrategia fijada para cada una de las marcas que la componen. SEAT y CUPRA seguirán diferenciándose con modelos únicos y específicos, para mantener aspiraciones competitivas y evitar enfrentarse.

Con CUPRA priorizando los eléctricos, la alternativa de SEAT durante los próximos años seguirán siendo los vehículos impulsados por motores térmicos (tanto nafteros, como diésel) y la hibridación de su gama. La tecnología híbrida ligera (MHEV) de 48 voltios e híbrida enchufable (PHEV) ganará protagonismo en la oferta de la marca, algo inevitable si no se encara la electrificación absoluta.

Por otra parte, esto será casi una “obligación”, habida cuenta de la entrada en vigor de la norma Euro 7, que obligará a las automotrices a destinar todavía más recursos al desarrollo de vehículos térmicos que puedan cumplir con la nueva normativa. Thomas Schäfer, CEO del Grupo VW, destacó oportunamente que el encarecimiento de los costos provocado por la aplicación de la norma, impulsará los precios una media de 5.000 € algo que, entre otras cosas, hasta puso en la mira el futuro de un campeón en ventas, el VW Golf.

De esta forma, SEAT quedará más expuesta todavía, ya que no solo deberá lidiar con los efectos que supone dejar a un lado la electrificación, sino con costos superiores en sus modelos tradicionales. Ante este delicado panorama, la tecnología híbrida y el uso de motores de baja cilindrada será determinante para que SEAT pueda afrontar esta riesgosa apuesta.

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