El motor V8/5.2 litros sobrealimentado elegido para la versión extradeportiva de la silueta más vendida en el mundo sufrió algunos cambios durante el trasplante del Shelby GT-500 a la versión “R” de la F-150 Raptor.

De 760 CV y 847 Nm de torque en el Shelby GT-500, una nueva calibración en el sobrealimentador mejoró la cifra del par motor, ahora llevada a 868 Nm, en desmedro de la potencia, fijada en la Raptor R en 700 CV, una ganancia de torque adicional que, probablemente, adapte mejor la camioneta –bastante más pesada que el Shelby- a terrenos más accidentados, sin que la merma de potencia máxima traumatice a los usuarios...

Pero más allá de estos números que impresionan, el lanzamiento de la Raptor V8 surge como respuesta –bastante tardía- de la marca del óvalo a la Ram TRX, con el argumento más destacado a cargo del reemplazo del V6/3.5 litros EcoBoost (445 CV) por el V8/5.2 con compresor del Shelby GT-500. Agrega, es cierto, más refuerzos en las suspensiones, una calibración especial de la transmisión A10 (con dos marchas más que la A8 de la Ram TRX) y otros componentes para adaptarlos a las nuevas necesidades que surgen del aumento de potencia y torque.

 El motor también trae un cárter de aceite mucho más profundo y un enfriador de aceite más resistente para favorecer la confiabilidad que requiere un motor tan extremo. La Raptor R, además, incorpora una entrada de aire mucho más grande que aumenta el volumen de entrada en alrededor de 2/3 para ayudar a que el enorme motor respire mejor. También hay un nuevo sistema de escape instalado en la Raptor R que viene con cuatro modos diferentes dependiendo de ‘cómo, cuanto y cuándo quieras que “grite”’ tu Raptor R: Normal, Silencioso, Deportivo y "Baja".

Aunque la rival de la Raptor R, la Ram TRX con motor Hellcat , tiene un poco más de potencia con 702 CV y la supera en torque con 881 Nm, la camioneta Ford es más liviana y propone una mejor relación peso-potencia. La Raptor R tiene un peso en vacío de alrededor de 2.700 kilos, mientras que la Ram pesa alrededor de 2.880 kilos, diferencia que no impide que estén en la misma categoría y su “libra x libra” sea bastante similar! Esto, además de una caja más fraccionada, también podría ayudar a la Ford a presumir de cifras de consumo marginalmente mejores que las de la Ram.

Estéticamente, la variante Raptor R suma algunos detalles sutiles que la desmarcan de la F-150 Raptor “tradicional”.  Luce el emblema “R” en la parrilla y en la primera/última letra de los stickers laterales y en la tapa de la caja de carga. También el domo (Power Dome) del capot es más alto, sugiriendo el V8, mientras que en su interior, las butacas Recaro, tapizadas en cuero y alcántara, también cuentan con la “R” bordada.

El resto de sus características son similares a las Raptor normales: trae un selector de siete modos de conducción (Slippery, Tow/Haul, Sport, Normal, Off-Road, Baja e Rock Crawl) que modifican parámetros de la transmisión, del acelerador y la dureza de los amortiguadores. En cuanto a las suspensiones, trae eje trasero multilink con barra Panhard que ofrece una mayor articulación y amortiguadores mono-shock Fox más reforzados. Los neumáticos también marcan diferencia: monta BF Goodrich KO2 de 37”.

Poco más que agregar que no se emparente con el enunciado: la novedad de la propuesta se limita a un cambio de motor que, ni siquiera es novedoso. Sólo sirve para poner a esta Raptor R al mismo nivel de lo que fue en su momento el provocador desafío de la marca que más inquieta a la silueta más vendida en el mundo.

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