Después de una ausencia de dos años impuesta por la pandemia de Covid-19, el TT de la Isla de Man regresó este mes de manera muy esperada, ya que marcó el primer año del evento en que se transmitió en vivo al mundo.

Si bien hubo muchas alternativas que podrían considerar al TT 2022 como un éxito, el mismo se ha visto ensombrecido por ser el año más trágico de la prueba desde 1989, ya que cinco competidores murieron durante prácticas y carreras.

Mark Purslow murió en un accidente en Ballagarey, el miércoles de la semana de práctica. El sábado, el primer día de carreras, la prueba inaugural de Sidecar tuvo bandera roja por un accidente grave donde, trágicamente, el piloto César Chanal falleció, mientras que su pasajero, Olivier Lavorel, permanece hospitalizado en estado grave en Liverpool.

El lunes de la semana de la carrera, el veterano piloto Davy Morgan murió en un accidente en la primera carrera de Supersport; mientras que el viernes, padre e hijo, Roger y Bradley Stockton, pareja de Sidecar, fallecieron en lo que se cree que fue un accidente similar al de Chanal y Lavorel y en el mismo sector del circuito (Ago's Leap).

Las redes sociales clamaron por estas pérdidas, a la par que un enojado coro solo pedía “prohíban el TT” con la trágica sucesión. Clima radicalizado por otros medios que ni siquiera se molestaron en mostrarse en el evento, como tampoco hablaron con ningún allegado al mismo, y que solo intentaron generar ingresos con titulares y/o comentarios virulentos.

Hasta la fecha, 265 motociclistas han muerto en el famoso Mountain Course desde que se usó por primera vez en 1911. El italiano Gilberto Parlotti se mató mientras competía en el TT en 1972. Giacomo Agostini era uno de sus amigos, y desde ese momento juró no volver a competir en el TT. Más pilotos se sumaron al boicot hasta que, en 1977, la prueba fue marginada de su estatus de “campeonato mundial” y el GP de Gran Bretaña se trasladó al Reino Unido “continental” (Donington Park y Silverstone).

Esa pérdida de su estatus de prueba mundial, sin embargo, fue lo que finalmente permitió que el TT continúe hasta el día de hoy, ya que no obligó más a ningún participante a correr el TT, ni por el bien de sus propias esperanzas de título, ni por obligaciones contractuales. A partir de 1977, todos los que compitieron en el TT lo hicieron porque quisieron.

Pero de cualquier forma,  el TT no puede rehuir el costado oscuro del evento. Con demasiada frecuencia, los fanáticos de las Road Races se apresuran a refutar a aquellos que tienen opiniones contrarias sobre el TT 'que se mantengan al margen', mientras que la isla misma a veces parece insensible a la muerte... Esto, quedó en evidencia -terrible y grotescamente- este año, cuando se llevó a cabo una ceremonia de premiación llena de fanáticos, menos de 20 minutos después de que se hiciera pública la noticia de las muertes de los Stockton...

“Mis pensamientos están con las familias y los amigos de las personas que no pueden regresar a casa”, manifestó Peter Hickman quien, con sus cuatro triunfos en la edición 2022, elevó su cuenta en el TT a nueve victorias. “Fue una edición muy complicada, hemos tenido un par de semanas difíciles. No todo el mundo entiende eso, y yo lo entiendo. Pero todos estamos aquí por nuestra propia elección. Queremos estar aquí y ninguno de nosotros querría que se detuviera el TT si no volviéramos a casa. Entiendo que la gente no lo entienda, pero así somos. Si estás aquí y corres, aceptas los riesgos antes de empezar”.

En última instancia, entonces, el TT puede verse como el derecho humano básico a ser libre de elegir lo que haces. Nadie que compita en la Isla de Man es un loco con ganas de morir. Los riesgos nunca han sido ocultados, todo lo contrario... Sin embargo, los motociclistas siguen regresando y los nuevos, como Glenn Irwin, quien se convirtió en el recién llegado más rápido en 2022, todavía quieren probarse a sí mismos en el evento.

"Lo que pasa en la parrilla de largada, casi no lo puedo explicar", manifestó espontáneamente Irwin a diferentes medios, incluido Autosport, después de su primera salida en el Superbike TT. "Es raro. Hay mucha emoción, estás a punto de hacer algo que, seamos realistas, los opositores en general no destacan. Pero la gente te da la mano y te miran deseándote buena suerte, ves a tus hermanos y, no me importa lo que digan los demás, no voy a reprimir eso, te miran como si no supieran que esa podría ser la última vez. Esa sensación no se tiene en cuenta a la hora de juzgar la carrera y lo que sienten los que la corren. Pero soy una persona real y entiendes esto desde antes de andar en moto. Obviamente, una parte de tu cerebro te dice '¿qué estás haciendo? ¿Por qué diablos estás haciendo esto?' Y la otra parte replica, 'callate, quiero hacerlo'. Es una emoción única”.

Ese conflicto existe dentro de todos los competidores que participan. Pero el rostro de Irwin después de su primera salida, mientras relataba su primera carrera TT, que calificó de "alucinante", se llenó de pasión sin adulterar. Su experiencia como piloto oficial Honda fue exactamente la misma que la de un piloto privado con presupuesto reducido que no llegó a la Isla de Man para ganar.

Los riesgos que toman son, en muchos sentidos, calculados, por ellos mismos y por quienes los rodean. Y cuando los sueltan por Bray Hill, "no están sentenciados a muerte”. La seguridad siempre está mejorando en la isla, ya que no se permite correr sobre mojado desde hace dos décadas, los recién llegados pasan por un examen y un “plan de educación” previo y los números iniciales de participantes se redujeron en 2022 para deshacerse de los rezagados. Además de eso, para esta edición se instalaron nuevos paneles LED de clasificación estilo F1, para actuar como un mejor sistema de advertencia en caso de incidentes. Búsqueda para mejorar la seguridad que continuará siempre.

Si bien puede que no nos guste, no podemos dejar de lado el hecho de que el TT es un evento peligroso propiciado por el gobierno. Esto también complica aún más el lado moral del TT, porque prohibir el TT por completo no solo eliminaría algo muy querido por los fanáticos de las Road Races, sino que sería perjudicial para la Isla de Man en su conjunto. La quincena del TT es vital para la economía de la pequeña isla en medio del Mar de Irlanda. En 2019, la última vez que se corrió el TT antes de la edición de este año, el acontecimiento generó alrededor de £ 37 millones para la economía de Manx. La pandemia de Covid-19, según un informe de la BBC en 2021, le costó al tesoro de la Isla de Man, £ 246 millones.

Para cerrar las brechas demográficas en la isla, el gobierno está impulsando un plan para que los viajeros extranjeros consideren convertir a la Isla de Man en un hogar permanente. Perder el TT sería un gran golpe para esto.

Prohibir el TT, por lo tanto, no es una decisión simple con ramificaciones mínimas. Y eso encaja en una narrativa más amplia de que los llamados a prohibirlo son aquellos que, simplemente, no entienden qué es el TT. Lo juzgan a partir de que para ellos, solo se trata de carreras de motos que tienen lugar en la vía pública y de las cuales se enteran, solamente, cuando los principales medios de comunicación informan que alguien muere.

Está registrado que más de 300 personas han muerto escalando el Monte Everest. Sin embargo, eso todavía sucede y, en muchos sentidos, el TT y el Everest son desafíos similares. La gente lo hace porque quiere ver si puede. Llevar hasta los límites lo que creemos que es posible, es un rasgo que la humanidad trae desde sus orígenes.

Algunos participantes han ganado dinero con las carreras del TT, pero nadie va allí para enriquecerse. Ganar la prueba principal, el Senior TT, liderando todas las vueltas, entrega alrededor de £ 18.000. Comparado con esto, el contrato actual de Marc Márquez con Honda en MotoGP se estima en alrededor de € 25 millones por año...

Si bien no entender algo no debería ser un requisito para que se valide su opinión, tampoco se debe hacer “la vista gorda” ante las duras realidades de las carreras en ruta.

Las tragedias en el TT 2022 fueron terribles. Pero en este caso, los afectados murieron haciendo lo que amaban y, seguramente, serían los últimos en desear que el TT se prohibiera, lo que resulta un pequeño consuelo para sus seres queridos. Estos participantes eran adultos que aceptaron un desafío que sabían que podía tener consecuencias fatales, pero aun así amaban correr en el TT.

El TT nunca será 100% seguro, sin importar cuánto lo intenten los organizadores. Pero mientras se mantengan las condiciones de que quienes participen lo hagan por su propia voluntad, no hay razón para que el TT, por loco y desconcertante que sea, deba prohibirse.

Quizás lo más elocuente sea la opinión de un espectador común, habitante de la isla y veterano taxista, quien ante la pregunta obligada del pasajero de turno (“y ustedes, ¿qué piensan del TT?”) respondió: “Mira, hijo, esto es una isla y aquí no pasa nada durante el año. El TT lo es todo aquí, es nuestra vida, es más que una tradición. Toda la isla se vuelca al Tourist Trophy durante las dos semanas que dura. Claro que hay peligro, es evidente, pero nadie viene aquí engañado. Todo el mundo lo sabe. El TT no puede desaparecer nunca, y si algún día ya no vienen pilotos de afuera, ¡entonces lo correremos con la gente de la isla!”.

A FAVOR Y EN CONTRA

Fuente: Autosport/ Lewis Duncan

.............................................................................................................................................................