Especiales F1

FRANK WILLIAMS (1942-2021)

29/11/2021. “... tipificó la raza de machos-alfa de vida rápida, casi patológicamente competitivos que se habían graduado en el mundo mayoritariamente amateur de las carreras británicas de posguerra para luego dominar el deporte en su nivel más alto” (Richard Williams, The Guardian)...

Su esposa y madre de sus hijos, Ginny (murió de cáncer en 2013), recordaba frecuentemente uno de los momentos cruciales en la vida de Frank, cuando se recuperaba del accidente que lo dejó tetrapléjico en 1986 que, con la misma parsimonia de siempre, le dijo, “como yo lo veo, Ginny, he tenido 40 años de una vida fantástica. Ahora tendré otros 40 años de un tipo de vida diferente".

Semejante muestra, inevitablemente realista, aunque determinada, fue poco menos que la actitud de vida de Sir Frank Williams, fuera plantado sobre sus pies, como postrado en una silla de ruedas... Algo de lo que se dudó cuando perdió gran parte de su motricidad después de chocar un auto de alquiler en el circuito de Le Castellet (Paul Ricard) en las cercanías de Marsella, Francia, en la primavera de 1986. Un hito que, a priori, fue tomado por muchos  como el final de una prometedora carrera como constructor y dueño de equipo de F1.

Varios días al borde de la muerte parecieron darles la razón. Pero la tetraplejia no iba a ser rival para la voluntad de un hombre dedicado a ganar, a menudo, contra todo pronóstico en contra...

Trece años más tarde, después de haber sumado siete campeonatos del mundo de Constructores y cinco títulos de Pilotos más a los dos de cada uno asegurados por su equipo antes del accidente, fue nombrado Caballero por sus servicios al deporte motor británico.

Williams pasó de caminar entre sus autos, siguiendo a sus pilotos y su técnico Patrick Head en boxes, a manipular su silla de ruedas frente a las pantallas de las computadoras que monitoreaban sus autos, convertido en una figura, en principio atípica, aunque luego habitual en el decorado normal de cualquier GP. Además de esto, a las otrora expresivas características ahora Frank le contrapuso un rictus que convirtió su cara en poco menos que una máscara inescrutable. Esto último, casi como dándole la razón a un comentario de un par de Williams, como fue Ron Dennis de McLaren que, cuando se anunció que Williams volvería a la acción a pesar de la pérdida de funciones físicas, sentenció, “ahora es aún más peligroso. Todo lo que tiene hacer con su tiempo es pensar".

Al igual que Enzo Ferrari, Williams no diseñó ni un solo tornillo o tuerca de los autos que llevaban su nombre. En cambio, funcionó como un motivador, un estratega y un manipulador que disfrutaba haciendo un buen negocio con su equipo casi tanto como le encantaba ver triunfar a sus autos en la pista. Finalmente, en 2012, después de la última de sus 114 victorias en GG.PP., dio un paso al costado y entregó el comando de su equipo a su hija, Claire, quien había estudiado el estilo y los métodos de su padre, muy de cerca y durante suficientes años.

Luego de un aprendizaje lleno de aventuras propias de su época juvenil vinculado a pares que, en su momento, se destacaron  en el automovilismo, y que incluían entre otros a Piers Courage, Jonathan Williams, Charles Lucas, Anthony "Bubbles" Horsley  y Charles Crichton-Stuart, la participación entusiasta de Williams en la vida hedonista de mediados de la década de 1960 no acompañó  al consumo alcohol y el tabaco que corrían casi a la par con las carreras, y eligió a esta última como la más saludable de sus obsesiones”...

Elección que comenzó a ver sus beneficios a fines de 1967, cuando las actividades comerciales de Williams comenzaron a entregar ganancias. Fue cuando la prometedora carrera como piloto de Courage se había estancado y aceptó la oferta de su amigo Frank quien, para una prueba de F3 en Brands Hatch, le ofreció un Brabham. La victoria en su serie de Courage le dio a Williams su primera victoria como participante y estableció una asociación con Courage. La combinación logró resultados respetables al año siguiente, aunque otro de sus compinches, Jonathan Williams, que asumió ese mismo rol en Monza en ausencia de Courage, fue quien le dio al equipo de Frank Williams su primera victoria internacional en la prestigiosa Lottería de Monza de F2 con un Brabham BT23 Cosworth FVA.








En 1969, el equipo desembarcó en F1 con un Brabham con el apoyo financiero de Dunlop y Castrol. Al principio de la temporada, un segundo puesto detrás del Lotus de Graham Hill en el GP de Mónaco les valió tanto prestigio como u$s 20.000 en premios. Esta sería la mejor actuación de la temporada, pero a finales de año Williams logró un trato para subir a Courage a un F1 construido por el  argentino Alejandro de Tomaso. Después de un mal desempeño en las primeras carreras de 1970, Courage estaba 7º en el GP de Holanda (Zandvoort) cuando se despistó y chocó contra un talud. El auto volcó y se incendió, atrapando a Piers, quien murió en el incendio. Muy afectado por la muerte de su amigo sobre un auto presentado por su equipo, Williams hasta consideró abandonar el automovilismo, pero insistió. Sin embargo, los siguientes cuatro años fueron una historia de luchas y fracasos con una variedad de autos, pilotos y patrocinadores, la única nota destacada que lo alentó fue cuando Jacques Laffite terminó 2º en el GP de Alemania de 1975.

Después de una temporada frustrante con Walter Wolf en 1976, rescató a un joven ingeniero Patrick Head para comenzar de nuevo bajo el nombre de Williams Grand Prix Engineering y al poco tiempo, su visión comercial consiguió la financiación de la aerolínea nacional de Arabia Saudita; la leyenda "Fly Saudia" en el alerón de sus March representó la primera incursión significativa del aporte del petróleo árabe en el automovilismo de primer nivel.

Los malos resultados marcaron un comienzo, que, sin embargo, no disuadió a los saudíes, y en 1978, el primer Williams diseñado por Head, el FW06, hizo su debut en manos del nuevo piloto del equipo, un belicoso australiano llamado Alan Jones. Al año siguiente, rebautizado como Albilad-Saudia, el equipo ganó cuatro GG.PP., el primero en Silverstone, donde el victorioso FW07 fue conducido por Clay Regazzoni, a quien siguieron tres triunfos más a cargo de Jones.

Comenzando la temporada 1980 con una victoria desde la pole position en Argentina, Jones logró cuatro victorias más con el FW08 rumbo a convertirse en campeón mundial, mientras que el equipo se llevó su primer título de Constructores, logro que repetiría al año siguiente (cuando el subcampeonato de Carlos Reutemann aportó más de la mitad de los puntos conseguidos por el equipo, 49 de 95) y, en 1982, Keke Rosberg se convirtió en el segundo piloto campeón del mundo con Williams.

Una vez que Williams regresó a la actividad luego de su accidente del ‘86, Head y sus asistentes produjeron una serie de autos exitosos que, además, aportaron soluciones técnicas inéditas para la F1. La suspensión activa, el control de tracción y la transmisión manual automatizada del FW14B con motor Renault, diseñado por Adrian Newey, una nueva incorporación al equipo técnico, le permitieron a Nigel Mansell convertirse en el primer piloto en ganar nueve carreras en una sola temporada en su camino hacia el título de 1992.

Williams era ahora el equipo al que todos los pilotos querían llegar. En 1994, después de haber visto a su gran rival Alain Prost “crucerear” hacia el título del año anterior en el FW15, el triple campeón Ayrton Senna cambió McLaren por Williams. El brasileño lideraba en su tercera carrera  con el FW16, en Imola, cuando se salió de pista, chocó contra una pared y murió. Pasarían varios años, y un tortuoso camino a través del sistema legal italiano, antes de que Williams y Head fueran absueltos de culpa por el accidente.

Williams y Head compartieron una visión sobre los pilotos que se resume fielmente en las palabras del primero al autor Gerald Donaldson: “Los mejores son personas impetuosas, motivadas, agresivas, que no aceptan que lo segundo es lo mejor y son inmensamente competitivas. Esto es lo que los hace buenos, porque son unos bastardos". El poco sensato Jones fue su piloto ideal, aunque su juicio estaba lejos de ser perfecto. Le brindaron a Damon Hill, quien había estabilizado al equipo después de la muerte de Senna, la posibilidad de coronarse y su aviso de despedida a mediados de 1996, para reemplazarlo con el deslucido Heinz-Harald Frentzen.

El título de Jacques Villeneuve en 1997, ganado un año después de que el equipo se mudara a la nueva sede en el pueblo de Grove en Oxfordshire, sería el último. El rechazo a la solicitud de Newey para el puesto de director técnico y con una participación en la compañía llevó a la partida de un hombre brillante que pasó a diseñar autos ganadores de títulos para McLaren y Red Bull. Fallida decisión que precedió al gradual declive competitivo del equipo, aunque las colaboraciones de ingeniería con Renault, BMW y otros reforzaron las finanzas de la compañía.

En agosto de 2020, Williams acordó lo inevitable y vendió el equipo a una empresa de inversiones estadounidense, Dorilton Capital, por u$s 152 millones, cortando efectiva y definitivamente  la conexión del apellido con el deporte-motor, aunque sin poder evitar lo que la historia del máximo nivel del automovilismo mundial había recibido de Williams de manera imborrable...

Fuentes: The Guardian (Richard Williams), Rod Duke

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