Después de 26 temporadas en el Mundial de Motociclismo, 431 carreras disputadas con 115 triunfos, 235 podios, 65 pole positions, 96 récords de vuelta y nueve campeonatos mundiales ganados, Valentino Rossi, ayer se despidió de la competición en dos ruedas a los 42 años.

Corriendo contra jóvenes que aún no habían nacido cuando el italiano ya se coronaba (Rossi fue campeón dos años antes de que naciera el flamante titular de MotoGP de este año, Fabio Quartararo!!) y a pocos meses de convertirse en padre, cierra su campaña convertido en un ícono sólo comparable con el gran Giácomo Agostini, quien lo aventaja en triunfos en la clase mayor y títulos ganados en general (15 en 350 y 500 cm3), pero que no está a su nivel en cuanto a la diversidad, ya que Valentino ganó y fue campeón en 125, 250, 500 y MotoGP.

Rossi llegó a los GG.PP de 125 cm3  en 1996 luego de haber participado en los torneos italiano y europeo de la misma clase. Su primer podio llegó en Austria (3º) y, una carrera después, lograba la victoria en Brno (GP de República Checa)

En la temporada siguiente fue campeón ganando 11 carreras sobre las 15 que componían el calendario. Pasó a 250 cm3 en 1998 con Aprilia y fue subcampeón y luego, en 2000, se coronó en el cuarto de litro, lo que significó poco menos que un pasaporte para subir a 500 cm3 ese mismo año, ocupando el lugar de –nada menos- que Michael Doohan (quíntuple campeón mundial de la clase, quien se había retirado ese mismo año)

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 “Hace dos años y también el año pasado aún no estaba listo para parar en MotoGP, porque todavía quería entender y probar todo para saber que pasaba conmigo, pero ahora estoy bien, estoy tranquilo. Claro que no estoy contento, pero si hago otro año más, ¡tampoco estaría feliz, porque quiero correr 20 años más!. Creo que este es el momento adecuado para dejar”, dice mezclando ironías, bromas y una incipiente nostalgia...

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Después de un año en el equipo Nastro Azzurro por su cuenta, terminó 2º en el campeonato de 500 cm3, e ingresó en el equipo Repsol Honda en 2001, donde ganó el primero de una serie de títulos. Acumuló cinco  más entre 2001 y 2005, primero con una NSR 500cm3 de 2T, luego con la RC211V de 990 cm3, antes de concretar un audaz cambio a Yamaha, en ese momento una moto relativamente poco competitiva, para ganar los títulos de 2004 y 2005.

"Tuve  una oferta para correr con mi propio equipo en 2022, ¡una oferta oficial! Lo pensé profundamente  porque me hubiera gustado correr para mi equipo y tener mis motos en Tavullia. Me fascinaba esa idea, pero al final decidí no hacerlo por diferentes razones: hubiese tenido que cambiar de moto, y creo que era viable si tienes dos o tres años de plazo, pero si tienes solo una temporada, corres el riesgo de estar obligado a no fallar y esa presión, generalmente, no ayuda a lograr cosas buenas. Por eso decidí no hacerlo", asume entre realista y resignado...

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Perdió en 2006 ante Nicky Hayden y cuando la categoría máxima pasó a 800 cm3 (4T), y luego otro título ante Casey Stoner en la Ducati Desmosedici GP7 calzada con Bridgestone. Rossi diseñó un cambio a Bridgestone para la temporada 2008, y después de una batalla épica en Laguna Seca, donde cambió el rumbo del torneo, ganó el título de MotoGP de ese año, y también el de 2009.

Pero 2010 resultó ser un año desastroso para Rossi. Había sufrido una lesión grave después de la primera carrera en Qatar, durante un entrenamiento en una cantera abandonada. Aunque continuó corriendo, otro choque masivo en Mugello le provocó la rotura de una pierna y se vio obligado a perderse la primera carrera de su campaña. Esa lesión le costaría el título de 2010, cuando su compañero de equipo en Yamaha, Jorge Lorenzo, se coronaría por primera vez.

Al mismo tiempo, Ducati había tentado a Rossi a ocupar el asiento que dejaba vacante Casey Stoner, que emigraba al equipo Honda en 2011. Eso se convirtió en dos temporadas desastrosas, en las que la moto resultó ser mucho más difícil de conducir de lo que Rossi esperaba.

Dos años después, Rossi regresó a Yamaha para la temporada 2013. Llegó al podio en su primera carrera en Qatar, y su primera victoria -después de una “sequía” de dos años- fue en Assen. Todo terminó en un regreso relativamente modesto que terminó con el italiano cuarto en el campeonato.

La temporada siguiente fue mucho mejor, Rossi terminó segundo detrás de Marc Márquez, ganó dos carreras y subió al podio 13 veces.

Sin embargo, en 2015, se vio envuelto en una batalla de un año con su compañero de equipo, Jorge Lorenzo. Todo culminó con una feroz “pelea de perros” con Márquez en Sepang, después de que Rossi lo acusara de intentar ayudar a Lorenzo a ganar el título. Rossi y Márquez chocaron, y el italiano recibió una penalización para la última carrera de la temporada que lo obligó a partir desde el fondo de la parrilla en Valencia. Allí terminó en cuarto lugar, mientras que Lorenzo se llevó la victoria en la carrera y el título de MotoGP 2015, Rossi fue subcampeón en medio de una oleada de protestas y de acusaciones de malversación, ninguna de las cuales se pudo comprobar.

Rossi terminó segundo nuevamente en 2016, pero esa temporada resultó ser la última en que sería competitivo. Ganó su última carrera en 2017, en Assen, y logró su último podio el año pasado, en Jerez.

Este año, Rossi solo luchó infructuosamente por ser competitivo. Para un piloto tan acostumbrado a ganar debió de haber sido decepcionante...

Sin embargo, Rossi fue único en las carreras. Solo él pudo convertirse en una leyenda por todo lo que generó dentro y fuera de la pista. Su carisma hizo que el número 46 y el color amarillo fueran su marca registrada, identificando y tiñendo, no sólo los circuitos donde corría,  sino excediendo la pista y llegando hasta los hogares, nunca hubo más recién nacidos bautizados “Valentino” que cuando su sol brilló en las carreras...

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+ "Es difícil. Es un momento muy triste. Fue un viaje largo, muy largo, pero realmente divertido. He pasado 25/26 años en el campeonato mundial. Tuve una carrera muy larga. Afortunadamente, gané muchas carreras, casi todas mis victorias las tengo en video y son inolvidables, hubo mejores y peores, pero todas forman parte de un período que  fue pura alegría”.

+ “Al final, en todos los deportes, los resultados marcan la diferencia, es lo correcto. Pero me resultó difícil decidir abandonar porque tuve la oportunidad de correr para mi equipo en MotoGP junto con mi hermano, algo que me hubiese gustado mucho".

+ “Sin embargo, me satisface saber que pude acercar a mucha gente a las carreras de motos. Sin mí, no sabrían sobre 125, 250 ó 500. Entonces, hice algo más que sólo ocuparme de mi carrera: encendí la emoción de muchas personas. Estoy orgulloso de esto. Es realmente especial.

Esto es lo más importante que hice en mi carrera. Entretuve a mucha gente los domingos y mucha gente disfrutó. Una o dos horas durante el domingo en las que no pensaron en otra cosa que no fuera disfrutar”.

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Última confesión que no hace más que asegurarnos su condición de leyenda y que no quedan dudas de que el motociclismo mundial no hubiese sido el mismo si Valentino Rossi no hubiera existido...

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