Cinco años atrás, Aston Martin anunciaba el primer y prometedor resultado de su asociación técnica con Red Bull Racing, el Aston Martin AM-RB 001, que luego recibiría dramático bautismo como Valkyrie, un hypercar  extremo que era consecuente con su diseñador, nada más y nada menos, que Adrian Newey, el autor de los Red Bull de F1.

El largo periplo entre aquel anuncio y estos primeros metros rodados por el vehículo, fue testigo de un complejo desarrollo que, para colmo, se realizó en medio de problemas financieros, los que sumados pusieron en peligro el proyecto en más de una ocasión. La situación se reordenó con la llegada del nuevo propietario de la marca, Lawrence Stroll, quien sumó al ex de AMG, Tobias Moers, como CEO de Aston Martin.

A principios de 2021, el nuevo ejecutivo  prometió que tras la larga espera, por fin, el súper-auto  llegaría a la producción este mismo año, promesa que ayer se cumplió con el primer Valkyrie saliendo de la línea de montaje de Gaydon –sede de la marca- y listo para ser entregado a su nuevo propietario.

"Es un momento de inmenso orgullo para nosotros completar nuestro primer súper-auto. La fabricación de Aston Martin Valkyrie, puso a prueba a todos los que han trabajado en él para lograr producir un auto realmente increíble, un verdadero F1 para la ruta. El Valkyrie nace de la firme dedicación de un gran grupo de ingenieros y técnicos altamente calificados que han trabajado incansablemente para llevarlo a la fase de producción. Estoy seguro de que nuestros clientes van a quedar muy satisfechos", confesó un entusiasmado Moers en el primer comunicado al respecto.

Para fabricar un vehículo tan exclusivo, Aston Martin implementó en Gaydon un equipo especializado que gestiona, desde la producción y hasta la entrega del modelo, en una zona específicamente creada para un producto tan especial. Parte de esto se debe a que AM solo producirá 150 unidades de este Valkyrie, todas  construidas a mano, en lo que supone ser más de 2.000 horas de trabajo por cada unidad.

Una vez terminada la fabricación de la unidad, cada modelo se prueba en las instalaciones de alto rendimiento de la marca británica en Silverstone, lugar donde debutó el modelo y en el que se ha llevado a cabo la mayor parte de su puesta a punto final.

El Valkyrie propone exclusividad en todo sentido, desde una mecánica híbrida, compuesta por un V12/6.5 litros by Cosworth, atmosférico, capaz de orillar las 11.000 rpm, combinado con ayuda eléctrica para unos impresionantes 1.160 CV, sumado a una puesta a punto radical y una aerodinámica activa con el sello de Adrian Newey,  presenta argumentos más que concluyentes para aspirar a convertirse en un hypercar de primer nivel.

Será, sin dudas, protagonista de una nueva época que se perfila como la de los deportivos más impresionantes y avanzados y con una característica que los desmarca de todo lo visto, como lo es el desembarco de la tecnología de la F1 a las calles, que tendrá en modelos como el Mercedes-AMG Project ONE, el GMA T.50 de otro genio de la ingeniería y ex-F1, Gordon Murray,  y a este Valkyrie entre sus más destacados exponentes.

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