Los vehículos de seguridad, diseñados para resistir incluso los ataques más poderosos, rara vez se exhiben, y menos se presentan, en las muestras automotrices internacionales. Sin embargo, en el reciente Salón de Munich, BMW mostró un prototipo realizado sobre base iX5, que propone novedades inéditas en un modelo de esas características: funciona a través de un sistema de celda de combustible de hidrógeno y cuenta con Protection VR6, nivel de blindaje que le permite resistir, satisfactoriamente, hasta ataques con bombas de fragmentación lanzadas desde drones!!

Sería demasiado elemental suponer que blindar un vehículo previendo un ataque es simplemente agregar una placa de acero y vidrios triples, la realidad es más compleja que eso.

Además de cubrir alternativas básicas de blindaje, los vehículos de seguridad deben afrontar otro gran desafío, como es el que propone, parecerse a las versiones de serie normales de las que derivan y mantener su performance, especialmente, ser rápidos y manejables.

Con el iX5 Hydrogen Protection VR6, BMW fue todavía más allá, y quiso demostrar que es posible tener un vehículo con protección totalmente certificada que, además, tenga “cero emisiones”.

El nivel de protección VR6 es un grado dentro de la clasificación “vehículo de resistencia al ataque” especificada por la Asociación de Centros de Pruebas para Materiales y Estructuras Resistentes a Ataques (también conocida como VPAM). Según la marca, el BMW X5 Protection VR6 actual es el SAV de lujo blindado (Sport Active Vehicle, según BMW) más vendido en el mundo, pero con la versión iX5 Hydrogen Protection VR6, la marca redobló la apuesta, ya que a diferencia de aquel, este último funciona con un sistema de pila de combustible de hidrógeno, en lugar del poderoso V8 Twinpower M de más de 525 CV de la versión convencional.

El iX5 tiene espacios blindados para pasajeros y equipaje realizados en acero de alta resistencia e incluye protección para las zonas bajas. La parte inferior también es antimagnética para evitar que se adhieran dispositivos explosivos imantados. El chasis es más resistente y la estructura de aluminio de la parte inferior de la carrocería protege contra las ondas de choque y las astillas que pueden derivar de ataques con granadas.

Los vidrios tienen un grosor de 30 mm y están diseñados inclusive para brindar protección posterior a la explosión, todas las ventanillas permanecen en su lugar, sin deformaciones ni espacios entre los vidrios y sus marcos,  y todos los huecos de las puertas, la carrocería y el baúl están herméticamente sellados. El habitáculo también puede soportar una explosión de 15 kilos de TNT a cuatro metros de distancia, así como el asalto del arma más utilizada en el mundo, el Kalashnikov AK-47 calibre 7,62 mm.

La versión estándar tiene un depósito de combustible tipo aeronáutico resistente a las fugas, pero la protección de los tanques de hidrógeno y sus válvulas requería un enfoque diferente, materializado en una estructura de capas no magnéticas y resistentes a explosiones, cuya efectividad quedó demostrada también con su respuesta a disparos directos y, como es habitual en estos casos, a pruebas de rotura y fugas.

Puede parecer que la casi ausencia total de emisiones deberían ser el último requisito a ser cumplido por un vehículo con este nivel de seguridad, pero estos vehículos también deben cumplir con las leyes locales, que incluyen zonas de “cero emisiones” donde podrían necesitar operar.

Y para justificar todavía más este desarrollo realizado sobre un vehículo alimentado por celda de combustible de hidrógeno, las pruebas de explosiones y disparos a las que se ha sometido el iX5 Hydrogen Protection VR6  también deberían ayudar a disipar cualquier duda existente sobre la seguridad de esta fuente de alimentación.

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