Las cosas no están nada bien en Chrysler. Esta marca, una de las más icónicas y populares de la industria automotriz norteamericana, arrastra una larga lista de problemas que deben ser resueltos en un corto lapso si no se quiere afrontar un desenlace no deseado. En ese sentido, la puesta en marcha de Stellantis, el nuevo coloso automotriz al que está integrada la marca que le prestó nombre al grupo FCA, mejoró las expectativas y sirvió para brindarle cierto margen de maniobra...

Recientemente, se anunció un cambio en el liderazgo en Chrysler, claro síntoma de que, puertas adentro, se están produciendo cambios tendientes a materializar un nuevo rumbo para la marca. Christine Feuell, recién nombrada CEO de Chrysler es quien, todo indica, será la encargada de liderar esa probable nueva hoja de ruta. Se trata de una ejecutiva conocida en la industria automotriz estadounidense a partir de cuándo estuvo a cargo de la estrategia global de marketing de Ford.

La semana pasada asumió su nuevo cargo bajo la premisa de “revivir la marca”, según una buena parte de la red de concesionarios oficiales Chrysler estadounidenses, quienes vieron en este nombramiento una señal de que Stellantis le dará a Chrysler el apoyo que necesita después de años de gran incertidumbre.

Al respecto, es importante tener en cuenta que, de las 14 marcas reunidas en Stellantis, Chrysler era la única sin un CEO permanente, ya que Tim Kuniskis solo estaba a cargo de manera temporal, y ahora  se centrará exclusivamente en dirigir Dodge, que también se encuentra viviendo un particular proceso de cambios.

Chrysler vio caer sus ventas en EE.UU. un 83% entre 2005 y 2020, lo que está directamente vinculado con la escasa oferta de modelos, algo que quedó en evidencia durante la primera mitad de 2021, cuando cada siete  unidades de Jeep y seis de RAM vendidas, sólo un Chrysler fue matriculado.

En este momento, en EE.UU., la gama de la marca está compuesta por Pacifica, Voyager y 300, modelos ya veteranos y ninguno de ellos con el formato SUV que impulsa las ventas en la actualidad. Los dos primeros son monovolúmenes y el tercero es un sedán, razón por lo cual la entrada en escena de Stellantis propicia un amplio campo de acción, ideal para una gran ofensiva de modelos actualizados.

Los últimos informes aparecidos recientemente sugieren que entre los nuevos modelos que podría introducir Chrysler habría un crossover electrificado que compartirá plataforma con el Dodge Charger, lo que debería ser una clara señal para su público potencial.

El haber permanecido en un estado de letargo, ha hecho que Chrysler pierda, en cierta medida, su propia imagen inclusive frente a sus parientes Dodge, Jeep y RAM. Los próximos lanzamientos que realice la marca deben estar orientados a segmentos que ofrezcan buenas posibilidades de crecimiento, a la par que sumar ganancias para sus flacas arcas.

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