La marca anunció hoy  que mantendrá su presencia en competición en la clase superior con el desarrollo de un LMDh híbrido a partir de un chasis fabricado por Dallara. Relación que se remonta a 2017, cuando produjeron el Cadillac DPi-VR ganador de dos títulos en la clase DPi de IMSA, utilizando la arquitectura Dallara P217 LMP2 como base.

Sin embargo, la noticia no tendría tal relevancia de no haberse conocido más detalles, como son el hecho de que Cadillac, después de meses de rumores, se convierte en la quinta marca que se incorpora a LMDh (Le Mans Daytona Hybrid) después de anuncios similares de Acura, Audi, Porsche y BMW, y que la marca americana planea, como algunas de ellas,  ingresar tanto al torneo IMSA WeatherTech SportsCar de EE.UU., como al Campeonato Mundial de Resistencia FIA (WEC) a partir de 2023.  Temporada a partir de la cual podría haber un mega-enfrentamiento  en Le Mans de los citados, frente a los LMH (Le Mans Hypercar) de la FIA, ByKolles, Ferrari, Peugeot, Glickenhaus y Toyota.

Para Rory Harvey, vicepresidente global de Cadillac, lo más destacado es que, "Además de estar emocionados por competir al más alto nivel del automovilismo internacional en la clase LMDh a partir de 2023, nuestra participación está en línea con la transición de Cadillac hacia un futuro impulsado por la propulsión alternativa. Lo que hace que la naturaleza híbrida de las reglas LMDh nos ayudará a unir nuestra transferencia de tecnología a nuestro futuro totalmente eléctrico. Hemos tenido un gran éxito con los títulos ganados por el Cadillac DPi-VR  y esperamos seguir construyendo ese récord en el futuro con la próxima generación de Cadillac LMDh".

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