En 2019, poco antes de que la pandemia del Covid-19 poco menos que “cambiara el mundo”, el Onix fue el vehículo más vendido en Brasil con 241.214 unidades matriculadas y ocupó el segundo lugar en Argentina. Resultados que se repitieron en 2020, aún a pesar de los efectos de la pandemia del coronavirus sobre los mercados automotrices. El dramático contexto, si bien resintió notoriamente las ventas, no afectó su protagonismo y el Onix volvió a liderar el mercado brasileño y también fue el segundo modelo más popular en el escenario argentino. Paralelamente, este efecto exitista, también se manifestaba en Colombia donde, a pesar de un volumen de matriculaciones bastante inferior del mercado, también se destacó por ser el modelo más popular.

Sin embargo, a partir del ejercicio 2020, el derrumbe de las ventas del Chevrolet Onix en los mercados más importantes de la región por volumen, fue uno de los casos más críticos, y que va más allá de los “inconvenientes normales” que se manifiestan por efectos de la pandemia.

 En enero de 2021, en Brasil, se comercializaron 10.567 unidades del Onix, mientras que seis meses después (julio) solo se vendieron 1.387 unidades, una caída impresionante que se replicó en el resto de los mercados de la región. En Argentina, por ejemplo, de ser 2º en 2020 pasó al 9º lugar en el ranking de ventas del primer semestre de 2021; mientras que en similar período, en Colombia, se ubicó en esa misma posición luego de haber sido el nº1 en ventas en 2020.

Chevrolet fabrica el Onix en Brasil para toda Sudamérica. Sin embargo, su fabricación estuvo detenida durante prácticamente medio año y GM reinició la producción del MY 2022 del Onix hace apenas unos días. Detención que no solo ha afectado a la variante más popular, Onix Plus, sino a gran parte de la amplia gama del modelo, que hasta tiene una versión deportiva RS.

La principal consecuencia de esta impensada parada en la producción del Onix ha sido la rápida reducción del stock disponible, hasta llegarse a la falta de disponibilidad para seguir ofreciendo el modelo.

Lo concreto es que GM prefirió abocarse a otros modelos y decidió parar la fabricación del Onix en su planta de Gravataí debido a la escasez de microchips, aunque le renovará el crédito, según su presidente en la región, Carlos Zarlenga: “El Onix es el auto elegido por el consumidor brasileño, y el regreso a la producción es importante ya que comenzaremos a atender a los miles de clientes que esperan el producto en los concesionarios Chevrolet en todo el país”.

GM, al igual que otras automotrices, se vio afectada por la escasez de microchips, lo que la llevó a tomar decisiones muy pragmáticas, entre otras, tratando de afectar lo menos posible a modelos que entregan  mayores márgenes de ganancia, respecto a otros con menor rendimiento (generalmente, los más populares).

 En este último contexto está el popular Onix que, de ser un campeón en ventas en la región, ahora se ha convertido en uno más de los varios desafiantes...

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