EL SILENCIO ES SALUD
09/08/2021. Las consecuencias del ruido provocado por el transporte vehicular son demoledoras para la salud, según el último informe de la Agencia de Medio Ambiente y Control de la Energía de Francia, que cuantificó en varios miles de millones de euros el costo que esto significa para el Estado. Por esto, en varias ciudades francesas se están probando radares para controlar a los vehículos más ruidosos con intención de crear normas cuya transgresión será multada...
Por el momento se trata de una prueba piloto que comenzará el próximo 8 de noviembre en Tolouse, Bron y Rueil Malmaison. Ensayo que sucede a un operativo similar que se realizó a menor escala en junio pasado en Niza y que utilizó un radar para medir distintos niveles de sonoridad. El dispositivo capta en tiempo real el sonido de los vehículos por encima de los 90 decibeles, el máximo soportable para una persona sin que afecte su salud, equivalente a una cortadora de césped o al ladrido de un perro.
La idea es que los ensayos continúen a lo largo de un año, período durante el cual no se aplicarán multas a los vehículos ruidosos, algo que comenzará a suceder a partir de noviembre de 2022 tal y como confirmaron desde el Ministerio de Transporte. La llamativa dilación está relacionado con que, antes de poder sancionar, hay que regular este tipo de infracción, algo que aún no está implementado debido que no hay normas legales al respecto.
En ese sentido, el paulatino avance de los vehículos eléctricos, se propone como una gran alternativa a este problema, ya que al menos eliminaría el problema de los escapes ruidosos, aunque no así el sonido y el indiscriminado uso de las bocinas, así como de otros derivados de los vehículos.
De hecho, en su formato actual, el transporte supone generar cerca del 70% del ruido ambiental en las grandes ciudades.