La incorporación del nuevo impulsor IL3/1.0 litros TSI de 116 CV –el mismo que monta el VW Nivus- estará presente en los niveles de equipamiento Comfortline y Highline, en ambos casos, combinado con una caja A6 Tiptronic, mientras que la variante de entrada a gama Trendline mantendrá el vetusto aspirado IL4/1.6 litros de 115 CV que abandonará la caja A6 que se ofrecía como opción y solo traerá la conocida M5.

Entre otras características de mención (tricilíndrico, montado transversalmente y construido con profusión de aleaciones ligeras, etc) el nuevo propulsor que incorpora el T-Cross propone 200 Nm de par motor, cifra interesante para un vehículo de estas características y que también bautiza al modelo.

Otra de las incorporaciones que se asocia al nuevo impulsor es el sistema multimedia VW Play desde el nivel Comfortline, que trae una pantalla táctil de 10”, no posee comandos físicos y su interfaz es similar a la de un smartphone, con una sencilla e intuitiva navegación entre los distintos menús.

Según responsables de VW Argentina, ya se han comercializado alrededor de 250 unidades de la nueva versión turbo, estimando que las ventas se repartirá en alrededor de un 60% para las Trendline con motor MSi aspirado y un 40 % para las equipadas con la nueva motorización, diferencia basada en que las primeras están aplicadas a los planes de ahorro de la marca.

En lo referente a precios, la variante Trendline, cuesta $2.437.000; la Comfortline, $3.778.000; mientras que la Highline, inicia su comercialización desde $4.168.000.

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