“Todavía no se inventó camuflaje para el sonido”...reflexionó el avispado Karl cuando insistió de qué auto se trataba...
Quizás haya sido esta la mayor prueba de elocuencia de que el monstruo seguía vivo y cada vez más próximo a aparecer. Como llamar si no, a un hipercar que, en estos tiempos de encasillamiento automotriz –por no decir “chatura”- se despega con lo poco que va quedando de “pura-sangre-pura” volcado a la calle

El sordo gemido del Mercedes-AMG One no es ningún secreto, como tampoco lo es su directa herencia de la F1 que, más allá que ha dejado de aullar, entrega como nunca CV, rpm y Nm a raudales.

Sin embargo, en este caso la espera se hace larga, razón por la cual, una pasada por el legendario Nordschleife del Nürburgring  se convierte en poco menos que una “misa navideña”, aunque sin el ropaje adecuado para el acontecimiento y todavía bajo la envoltura del camuflaje.

Por eso lo del sonido del motor y la herencia. Representados, lo dijimos, por lo último en tecnología de combustión interna que podría impulsar a un vehículo en la actualidad: el V6/1.6 litros híbrido derivado del que el próximo domingo, en Francia, hará vibrar Lewis Hamilton...

Se espera que el V6 turboalimentado llegue hasta 11.000 rpm, aunque su protagonismo no será excluyente, tan sólo es una parte del tren motriz híbrido del superdeportivo. El motor se combinará con cuatro motores eléctricos, con una potencia total de más de 1.000 CV que, a través de su tracción en las cuatro ruedas, le permitirá una velocidad máxima de 350 km/h y lo que es todavía más tranquilizador, su tránsito será completamente legal en ruta.

Hace ya casi cuatro años desde que Mercedes reveló el auto, que entonces se llamaba Project One a secas. Tiempo que se necesitó para legalizar la circulación normal del hipercar. Por ejemplo, Mercedes-AMG puso el proyecto en pausa, al menos nueve meses durante el desarrollo, mientras los ingenieros trabajaban para reducir la velocidad de ralentí del V6 de F1 y cumplir con las estrictas normas de emisiones europeas. Unidad que, por las prestaciones y otras solicitudes a las que seguramente será sometido, también necesitará una reconstrucción casi completa cada  50.000 kilómetros!!

Las entregas a los clientes están programadas para comenzar antes de fin de año, por lo que una revelación completa, con un resumen de sus características inclusive, debería ser inminente, aunque se especula que Mercedes podría estar guardando algunos detalles de diseño hasta último momento.

La compañía producirá solo 275 ejemplares del Mercedes-AMG One, cada uno con un costo de al menos u$s 2,8 millones, remate que se suma a aquellos valores y que lo hacen todavía más exclusivo, deseable y hasta...bestial!!

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