Entre los principales fabricantes de vehículos de Europa, sólo Volvo y VW, están haciendo lo suficiente para electrificar sus líneas de unidades en el Viejo Continente, según el estudio del grupo europeo de campañas Transporte y Medio Ambiente (T&E). De acuerdo al mismo estudio, ambas marcas, tienen "estrategias agresivas y creíbles" para pasar de los vehículos de combustibles fósiles a los vehículos eléctricos y la UE debería establecer “límites de emisión de CO2 más estrictos si quiere cumplir con los objetivos del Acuerdo Verde”, amplió la entidad.

Normas que, ayudadas también por subsidios gubernamentales, por ejemplo, hicieron que las ventas de vehículos eléctricos a batería e híbridos enchufables casi se triplicaran en 2020.

En concordancia con esto, en el tercer trimestre de este año,  se espera que la Unión Europea anuncie objetivos de CO2 más ambiciosos; para 2030, las emisiones medias de las unidades nuevas deberían estar un 50% por debajo de los niveles de 2021, respecto al objetivo actual del 37,5%.

El fabricante sueco Volvo, propiedad de la china Geely, manifestó que su línea será completamente eléctrica para 2030, mientras que VW apunta a tener un 55% de ventas de BEV en todo el grupo en Europa para entonces. Una  búsqueda similar, la cual ambas marcas han encarado por diversos motivos; la sueca, por convicción; mientras que la alemana, en una casi desesperaba carrera por minimizar y, por qué no, borrar la pésima imagen y las enormes pérdidas que le dejó el engaño con las emisiones de sus diésel en casi todo el mundo.

Según T&E, otras marcas, como Ford, se han fijado objetivos ambiciosos (planea una línea totalmente eléctrica en Europa para 2030), "pero carecen de un plan sólido para conseguirlos", mientras que BMW, Jaguar-Land Rover, Daimler AG y Toyota están todavía peor posicionados, ya que tienen bajas ventas de BEV, y no tienen "objetivos ambiciosos de eliminación gradual, ninguna estrategia industrial clara, y una dependencia excesiva de híbridos en el caso de BMW, Daimler y Toyota".

En línea con esto, T&E manifestó que incluso si las automotrices cumplieran sus objetivos, en 2030 las ventas de BEV podrían ser 10 puntos porcentuales por debajo de las necesarias para cumplir con el Acuerdo Verde de la UE, que tiene como objetivo cero emisiones netas para 2050.

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