Desde que Fiat Chrysler Automobiles se fusionó con PSA Peugeot Citroën para formar Stellantis, la pregunta del millón siempre fue, ¿Hay espacio para 14 marcas tan diferentes bajo una única conducción corporativa? Cuestión avalada, especialmente, porque varias de esas marcas integrantes vivían situaciones complejas, por ejemplo, DS en procesos de “dentición”; Alfa Romeo, “carreteando pero sin despegar” en Europa; Lancia, convertida en un fenómeno insólito: protagonista en Italia, ausente en el resto del mundo y Chrysler, poco menos que vegetando en su único escenario visible, Norteamérica.

Una cierta calma se produjo cuando, a poco de desembarcar,  el nuevo CEO de Stellantis, Carlos Tavares, confirmaba que no había planes inmediatos para descontinuar ninguna de estas marcas, ya que las tres europeas comenzarían a trabajar juntas para nuevos vehículos que llegarán en 2024, mientras que Chrysler con su magro aporte de dos modelos, aunque con fuerte presencia en su marco de referencia, despertaba expectativas, al punto que Tavares confesó que estaba "ansioso por darle un futuro".

De hecho, todas las especulaciones comenzaron a aclararse cuando, a principios de esta semana, durante la Cumbre del Futuro del Automóvil del Financial Times, Tavares anunció: "Le estamos dando a cada marca una oportunidad, una ventana de tiempo y financiamiento durante 10 años, para que cada una establezca una estrategia de modelo central. Los CEO deben ser claros en cuanto a la promesa de la marca, los clientes, los objetivos y las comunicaciones de la marca. Si tienen éxito, genial. Cada marca tendrá su oportunidad de hacer algo diferente para atraer a los compradores".

De esto se deduce que Stellantis no solo mantendría a todas las marcas, sino que les brindaría a cada una la oportunidad de prosperar a través de una década de inversiones.

De las cuatro marcas en dificultades mencionadas anteriormente, solo el futuro de Alfa Romeo parece más encarrilado, por ahora, ya que sus modelos Giulia y Stelvio se unirán al crossover compacto Tonale y al más pequeño Brennero. DS Automobiles también está ampliando su línea con el lanzamiento del crossover DS 4 hatchback  y el buque-insignia DS 9, esencialmente una versión alargada y lujosa del Peugeot 508.

Será interesante ver cómo crecerá Lancia en los próximos años considerando que actualmente ofrece un solo modelo, el envejecido Ypsilon, y su actividad se limita solo a Italia. Y lo propio para Chrysler que, como en el caso de Lancia, tiene fuerte imagen en su marco, aunque también como la marca italiana, aparece “encerrada en si misma” y con mínimo desarrollo.

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