Varios accionistas de Toyota Motor criticaron a su presidente, Akio Toyoda, por cuestionar los planes de Japón de prohibir los vehículos convencionales solo unos días después de que la firma manifestara que estaba revisando su política sobre la situación climática y apuntaba a la neutralidad de carbono para 2050.

Un grupo de cinco inversionistas, que colectivamente tienen alrededor de u$s 500.000 millones en activos bajo administración, le manifestaron en exclusiva a Reuters, que la marca corre el riesgo de quedarse atrás de los competidores que están avanzando con vehículos eléctricos , al tiempo que brinda cobertura a otras compañías que buscan evitar grandes cambios para cumplir con los objetivos climáticos.

Toyota señaló un cambio en su postura sobre el cambio climático el mes pasado cuando manifestó oficialmente  que revisaría su gestión y sería más transparente sobre los pasos que estaba tomando para responder al aumento de la presión de activistas e inversores.

Sin embargo, 72 horas después, en su calidad de director de la Asociación Japonesa de Fabricantes de Automóviles, Toyoda cuestionó la decisión del país de prohibir nuevos vehículos con motor de combustión interna para 2035.

En la oportunidad, Toyoda manifestó que, "lo que Japón debe hacer ahora es ampliar sus opciones de tecnología. Creo que las regulaciones y las legislaciones deberían seguir después. La política que prohíbe los vehículos con motores a nafta o diésel desde el principio limitaría tales opciones y también podría hacer que Japón pierda sus fortalezas".

Los inversores, que habían acogido con agrado la declaración anterior de Toyota sobre su gestión, dijeron que les preocupaba que Toyoda no estuviera de acuerdo con esos planes.

"Estamos realmente preocupados, porque el Sr. Toyoda no parece darse cuenta de lo que está en juego aquí", comentó Jens Munch Holst, director ejecutivo de AkademikerPension (fondo danés), quien comunicó que consideraría una resolución de accionistas o vendería su participación en Toyota si no había cambios después de un compromiso "intenso" con la compañía.

En los últimos años, esta viene manifestando que los vehículos eléctricos desempeñarán un papel más importante en la reducción de emisiones, pero que también se deben utilizar otras soluciones, como sus exitosos vehículos híbridos o de celdas de hidrógeno.

Los inversores que hablaron sobre los comentarios de Toyoda, incluidos también Storebrand Asset Management de Noruega, el inversor nórdico Nordea Asset Management, la Junta de Pensiones de la Iglesia de Inglaterra y KLP, el fondo de pensiones más grande de Noruega, concluyeron que Toyota estaba en peligro de debilitar su competitividad.

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