Considerado como uno de los grandes “todoterreno del automovilismo”, Elford se hizo un nombre en la década de 1960 con una serie de resultados que continúan desafiando las estadísticas.

Por ejemplo, en una de sus temporadas más destacadas, en 1968,  abrió el año con una victoria en el Rally de Montecarlo en enero conduciendo un Porsche 911; luego, viajó a Florida, EE.UU., donde ganó las 24 Horas de Daytona en febrero en un Porsche 907; ganó la Targa Florio en Italia en mayo, también con el 907, y debutó en F1 en el GP de Francia en Rouen les-Essarts en julio, con un modesto Cooper-BRM, clasificándose 4º luego de Ickx, Surtees  y Stewart.

Reverenciado por compañeros y jefes de equipo, la capacidad de Elford para conducir casi cualquier tipo de auto y lograr su mejor rendimiento, llevó a este veterano en rallies, Sport, F1, Can-Am, Trans Am, NASCAR y dos veces ganador en su clase en las 24 Horas de Le Mans, a un lugar preponderante entre los pilotos más versátiles que se conocen.

Mientras Elford y su esposa enfrentan la dura realidad de verse abrumados por las facturas médicas, la necesidad urgente de equipar su hogar con escaleras especiales y dispositivos de asistencia para la movilidad, y asegurar sus necesidades de atención futura, su amigo, y también legendario compañero, Brian Redman, está tratando de obtener apoyo para quien fuera uno de sus más aquilatados coequipier.

"Los  éxitos y logros de Vic son bien conocidos, pero lo que más me llamó la atención fue su deseo de competir con el nuevo y poco experimentado Porsche 917 en Le Mans en 1969", recuerda Redman. "¿Por qué? ¡Porque era 35 km/h más rápido que cualquier otro auto en la recta de Mulsanne de más de seis kilómetros de largo!”.  Desafío de fuste que Elford superó con creces cuando, insiste Redman, “en 1970, volvimos con el nuevo 917 de cola larga, Vic estableció un nuevo récord de clasificación con un promedio de poco más de 241 km/h y logró la vuelta más rápida en la carrera con promedio similar. Entonces fue, no solo 'Quick Vic', sino 'Brave Vic', cuya valentía se demuestra una vez más en esta lucha contra el cáncer de hoy".

Inspirado por su amistad y admiración y junto con otras figuras internacionales del deporte motor, a petición de Redman, se ha establecido una cuenta de GoFundMe (www.gofundme.com >donar) para ayudar a Vic Elford.

Gesto digno de estos últimos exponentes de una clase de pilotos que va rumbo a su extinción a medida que el tiempo pasa, las de los “gentleman drivers”, los que con su contribución a este maravilloso deporte inspiraron los sueños de muchos que los sucedieron...

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