Los ensayos de pretemporada se vieron influidos por las condiciones locales.
El primer día hubo mucho viento, con ráfagas que alcanzaron los 47 km/h, lo que afectó a la aerodinámica de los coches. Como consecuencia del viento, había mucha arena en la pista que comprometía el agarre. Las temperaturas también eran especialmente altas, por lo que la combinación de estos factores provocó un cierto sobrecalentamiento de la superficie y una mayor degradación de los neumáticos.
En la segunda jornada, el viento seguía presente pero las temperaturas eran más bajas, lo que redujo el sobrecalentamiento. Como resultado, los equipos tuvieron un mejor equilibrio con sus coches, con mucho trabajo de puesta a punto realizado en tandas generalmente cortas, como fue el caso del primer día.
La tercera y última jornada se desarrolló en mejores condiciones de pista, con vientos moderados y una brisa fresca, pero con temperaturas de pista similares a las del primer día.
Muchos equipos realizaron tandas largas utilizando los neumáticos de los compuestos C2, C3 y C4 nominados para el Gran Premio de Bahrein.