Porsche lleva bastante tiempo investigando el comportamiento de los combustibles sintéticos y el año pasado anunció alianzas con Siemens Energy, AME, Enel y la petrolera chilena ENAP (Empresa Nacional del Petróleo) para establecer una planta de producción comercial de combustibles sintéticos a escala industrial.

Esta planta comenzará a operar en 2022, producirá hasta 55 millones de litros de combustible sintético para 2024 y, aproximadamente, diez veces esa cantidad para 2026. El director ejecutivo de Porsche, Oliver Blume, explicó los beneficios de los rebautizados “combustibles electrónicos”, “sus ventajas radican en su facilidad de aplicación: los combustibles electrónicos se pueden usar en motores de combustión e híbridos enchufables, y pueden hacer uso de la red existente de estaciones de servicio”.

 Porsche quiere que los vehículos impulsados con unidades ICE (Internal Combustion Engine) utilicen combustibles sintéticos en el futuro, asegurando la vigencia de uno de sus más sólidos argumentos de venta como son, entre otras alternativas a ser empleadas, sus legendarios flat-six.

El responsable de los deportivos de la marca, Frank Walliser, así lo corroboró, “vamos por buen camino, junto con nuestros socios en Sudamérica. Seguro que en 2022, el volumen de combustible será muy, muy pequeño para las primeras pruebas. Es un camino largo con una gran inversión, pero estamos seguros de que esta es una parte importante de nuestro esfuerzo global para reducir el impacto de CO2 en el sector de la movilidad. La idea general detrás de estos combustibles sintéticos, es que no será necesario cambiar nada del motor de combustión interna tal como lo conocemos, a diferencia de lo que hemos visto con el E10 y el E20, así que realmente todos pueden usarlo y estamos probando con las especificaciones habituales del combustible de surtidor. No tiene ningún impacto en el rendimiento, al contrario, entrega algunos caballos más, por lo que va en la dirección correcta, pero las emisiones son mucho mejores; advertimos menos partículas, menos NOx, así que eso hace crecer nuestras expectativas”.

El combustible sintético de Porsche se crea combinando hidrógeno con carbono capturado del aire para producir metanol, que luego se transforma en un sustituto de la nafta que los vehículos pueden usar, Siemens Energy  será la encargada de crear el e-fuel con la ayuda de energía eólica para el denominado proyecto Haru Oni (llevado a cabo en una planta-piloto en la región chilena de Magallanes, donde aprovecha las buenas condiciones del sur de Chile para producir combustible no contaminante a partir de energía eólica renovable).

Decíamos, los otros participantes involucrados son, AME, principal promotor y propietario de la empresa del proyecto HIF (Combustibles Altamente Innovadores). La compañía italiana Enel, cofundadora de la planta, centrada en la energía eólica y la electrólisis. Mientras que por su parte, ENAP apoyará el proyecto con personal, mantenimiento y logística.

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