El modelo F412 T2 F1 sería el último auto de F1 en ganar una carrera propulsado un motor V12 (GP de Canadá 1995, en lo que fue la única victoria en F1 de Jean Alesi), y el último monoplaza de la máxima categoría equipado con dicha configuración de motor.

La versión que nos ocupa era una evolución del V12 de la temporada anterior(1994), aunque su capacidad volumétrica se había reducido por reglamento y en 1995 pasó a tener 3.000 cm3 en lugar de los 3,5 litros que contemplaba el reglamento un año antes.

Los ingenieros de Ferrari mantuvieron la misma arquitectura básica, una apertura entre bancada de cilindros de 75º, 48 válvulas, doble árbol de levas por bancada (cuatro en total), inyección electrónica digital Magneti Marelli, aspiración natural y aleación ligera para la fabricación del block y las tapas de cilindro.

En su estado más alto de sintonía, se calculaba que el motor era capaz de producir 760 CV, aunque durante las condiciones normales de carrera, desarrollaba poco más de 700 CV. Además de poderoso, el Tipo 044/1 pesaba solo 132 kilos y trasmitía su potencia a las ruedas traseras a través de una transmisión secuencial de seis velocidades.

El motor que presentamos y se estará vendiendo a principios de febrero, pertenece a la colección privada de Giuseppe Neri, amigo de Enzo Ferrari y en dicha muestra cuenta con una gran cantidad de piezas notables de la marca de Maranello.

Está previsto que salga a la venta el 6 de febrero con un precio estimado de entre 70 y 80.000 euros, que incluye el soporte de exhibición de acero, aunque quizá éste no sea muy tenido en cuenta, salvo para exhibirlo. Se vende con un documento de Ferrari que confirma sus especificaciones, aunque para conocer el estado interno de los órganos vitales, los interesados deberán solicitar esto en forma privada (casa de subastas de arte contemporáneo Artcurial, artcurial.como/en).

No se descarta como opción que su comprador quiera devolverlo a la vida, tan rozagante y rugiente como otrora, aunque para tal misión debería encontrar a los técnicos o ingenieros adecuados, de cualquier forma y siempre que cuente con los órganos básicos en orden,  no hay razón para que no pueda volver a ponerse en acción.

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