“La búsqueda de Ferrari por un nuevo líder de nivel similar al de Louis Camilleri, será una tarea desafiante para la marca italiana, justo cuando busca lanzar nuevos modelos híbridos y su primer SUV”, según Automotive News.

La salida de Camilleri llega en un momento poco menos que crucial para la empresa. El ejecutivo lideraba el esfuerzo de Ferrari para expandir su línea de vehículos hacia la tecnología híbrida, tratando de que esto no afecte la imagen de exclusividad de la marca, con la que respalda los precios y los márgenes de ganancia de sus deportivos Premium.

Los analistas, inversores, y cada vez más personas, ven a la marca como un fabricante de artículos de lujo en lugar de un especialista de la industria automotriz, hecho avalado el año pasado cuando lanzó un plan para intentar mejorar todavía más la imagen de marca a través de nuevas prendas y accesorios, ofertas de entretenimiento y productos y servicios de lujo para los clientes. Estrategia de marca que Ferrari espera que contribuya con alrededor del 10% de su rentabilidad en los próximos siete a 10 años.

Volviendo a la situación actual, la analista de Intesa Sanpaolo, Monica Bosio, comentó que “encontrar un sucesor capaz de gestionar el peculiar modelo de negocio de Ferrari, afrontando al mismo tiempo los problemas actuales de Ferrari en F1, no será tarea fácil especialmente, además, porque su retirada también se produce en una revulsiva fase de transición tecnológica hacia la electrificación”.

Ferrari no ganó ninguna carrera de F1 en todo el año y actualmente se encuentra en el sexto lugar en el torneo de Constructores, a falta de una carrera, rumbo a la peor actuación del equipo desde hace 40 años!!

Camilleri fue designado para dirigir Ferrari en julio de 2018 tras la repentina muerte del ex director ejecutivo Sergio Marchionne, mandato durante el cual, las acciones de Ferrari estuvieron entre las de mejor desempeño  de toda la industria automotriz mundial, ya que la demanda de sus autos de alto desempeño se mantuvo fuerte a pesar de la pandemia por el Covid-19 y la retracción consecuente por tal motivo.

Bajo el liderazgo de Camilleri, las acciones de Ferrari subieron alrededor del 50%, alcanzando niveles récord respecto a las que cotizan en la bolsa de Milán, tocando un máximo histórico de 182,95 euros por unidad (u$s 221,70) en noviembre pasado.

Los analistas de Citi, por su parte, manifestaron que quien reemplace a Camilleri heredará "un legado significativo. Al mismo tiempo, Ferrari enfrenta quizás la mayor conmoción en su historia con una serie de cuestiones sobre su capacidad para lograr objetivos de ganancias satisfactorios en 2022, el rumbo previo al lanzamiento de su primer SUV, el PuroSangue, y la transición hacia el objetivo de cero emisiones".

Respecto a esto último, Ferrari prometió que el 60% de sus ventas de vehículos serán híbridos para 2022, aunque ha descartado un modelo totalmente eléctrico por ahora.

Según los analistas, esto podría atentar contra el liderazgo de la marca en su segmento, a quien se le dificultaría mantener su liderazgo a largo plazo, ya que uno de los argumentos más apreciados por los clientes es el particular sonido de los motores Ferrari, algo que la presencia de trenes de impulsión totalmente eléctricos y silenciosos no podría brindar y que sólo cambiaría cuando  los sistemas de propulsión tradicionales vayan camino hacia la extinción prohibidos en todo el mundo.

De acuerdo a una fuente de la empresa, Camilleri, sufrió problemas de salud que obligaron a su hospitalización por COVID-19 en las últimas semanas. Ahora se está recuperando en casa, pero según la misma fuente, su enfermedad no fue la causa de su decisión de retirarse.

Fuente: AN.

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