BUGATTI W16 SPEEDSTER
08/10/2020. Mientras se acrecientan los rumores sobre la venta de la marca a Rimac, busca inspiración en su último auto de competición para seguir soñando...
Los artistas digitales Alessio Minchella y Luigi Memola, responsables de este estudio, utilizaron el Bugatti Type 251 de F1 (1955) como fuente de inspiración. Un modelo poco exitoso que, sin embargo, permanece en la historia de la marca como el último auto de competición de Bugatti, con su motor de ocho cilindros en línea -bastante largo- creado por el ingeniero de Ferrari, Gioacchino Colombo, y montado transversalmente detrás del conductor (cuando la F1 debía esperar al menos tres años más para que los autos con motor trasero comenzaran a popularizarse y el motor transversal recién aparecería con el Honda de 1964).
Que de alguna manera renace, y con la ayuda de este proyecto de “renderizado inmersivo”, nos acerca a la herencia de F1 de una marca de lujo y performance, que también hasta propone una épica digna de los más calificados titanes de la industria y de la que aquí también nos vamos a ocupar.
Esta aventura de píxeles fotorrealistas presenta una variante Speedster basada en el Chiron, continuidad de un ejercicio de imaginación convertido en segmento como tentadora vía y que sucede a ejemplos concretos: la Ferrari Monza SP1/SP2 presentada en 2018, el McLaren Elva, el Aston Martin V12 Speedster e inclusive el próximo Lamborghini Macchina Veloce Aperta.
Como en el caso del modelo del Cavallino Rampante, este Bugatti tope de gama virtual fue configurado tanto en versión monoplaza como en biplaza y, además de su afán por convertirse en una tentación para los coleccionistas, también responde con otros detalles comunes: no tiene parabrisas y las salidas de escape surgen bastante altas.
Y retomando la historia, como para no dejar titanes y orígenes en el olvido, el mero nacimiento del Tipo 251, además, debe considerarse como un motivo para celebrar: la fábrica Bugatti de Molsheim había sido destruida en la Segunda Guerra Mundial, y el gobierno francés había confiscado la propiedad del fundador de la empresa, Ettore Bugatti, dada su nacionalidad italiana. El gran diseñador y constructor falleció en 1947 (dos años después de finalizada la guerra), lo que finalmente llevó a que la empresa original cerrara sus puertas en 1952 y el Tipo 251 se convirtió en un postrero y dramático intento por revivir la empresa por parte de Roland Bugatti, hijo de Ettore, quizá su mayor homenaje...