Pocos días atrás, Toyota logró su tercera victoria consecutiva en la edición 88ª de las 24 Horas de Le Mans con su modelo TS050 Hybrid.

Acontecimiento deportivo que representó el capítulo final del conjunto de normas LMP1-H que, durante los últimos ocho años, tuvo como prioridad reducir la cantidad de combustible utilizado en la carrera.

Las reglas permitieron a los técnicos e ingenieros una enorme libertad en la construcción y sobre todo en el sistema de propulsión de los vehículos. Podían elegir cualquier tamaño o configuración de motor, con cualquier número de cilindros, encendido por chispa o encendido por compresión, aspirado naturalmente, turboalimentado o sobrealimentado y combinarlo con cualquier tipo de sistema de recuperación de energía con pocas restricciones.

Toyota aceptó las reglas e ingresó al Campeonato Mundial de Resistencia de la FIA en 2012 con el prototipo TS030, impulsado por un motor naftero V8/3.4 litros con aspiración natural combinado con un sistema híbrido de 3.5MJ (MegaJulios) con un acumulador de energía de supercondensador.

Desde aquel momento, el tipo y la capacidad del motor cambiaron (el TS050 actual está propulsado por un naftero V6/2.4 litros, biturbo) la energía almacenada aumentó hasta 8 MJ, la entrega de potencia híbrida ha aumentado hasta 300 kW (con norma limitada para las 24 horas de Le Mans) haciendo disminuir drásticamente los tiempos por vuelta y el consumo de combustible: el TS050 2019/20 de Toyota compitió en las 24 horas de Le Mans usando 300 kilos menos de combustible para recorrer más de 500 kilómetros más que el TS030 de 2013.

El Toyota TS050 actual funciona con combustible FIA ​​WEC sin plomo específico, que incluye un 20% de etanol de fuentes renovables (residuos vegetales). Su octanaje (RON de 105) permite optimizar tanto las relaciones de compresión como los ajustes de encendido de los motores turboalimentados, mejorando su eficiencia térmica y aumentando su longevidad.

Sin embargo, pese a la enorme superación alcanzada, Toyota afirma no haber alcanzado la consagrada eficiencia térmica del 50% que a menudo se observa en la F1 contemporánea, y de acuerdo a sus últimos informes, su motor de combustión interna  produce una eficiencia térmica “sólo” del 40%, lo que combinado con su sistema híbrido 8MJ y el acumulador de energía de la batería, produce alrededor de 1.000 CV entregados a un sistema de tracción en las cuatro ruedas.

El TS050 recupera un impresionante 60% de la energía de frenado, entregando alrededor de 3000MJ de impulso híbrido durante las 24 horas, lo que representa un aumento del 150% desde 2012. En paralelo, el consumo de combustible se ha reducido en un 35% de 2012 a 2019, mientras que los tiempos mejoraron unos 10 segundos por vuelta en el mismo lapso.

Fuente: Racecar Engineering

*** Hacer “click” sobre las imágenes para ampliarlas.

...............................................................................................................