CUANDO PECHITO BUSCABA EL 1º, LA CARRERA “ELIGIÓ” EL 3º DE TOYOTA
20/09/2020. Si bien todo parecía apuntar a que el Toyota TS050 Hybrid # 7 de Conway-Kobayashi-López se encaminaba hacia el éxito que le había sido esquivo desde 2018, un cambio de turbo a mitad de carrera decidió lo contrario. Por tercer año consecutivo, ganó el Toyota TS050 Hybrid # 8, con Buemi y Nakajima sumando tres victorias en La Sarthe, mientras Hartley logró la segunda luego de la conseguida en 2017 con Porsche...
LA DEFINICIÓN
No bien superada la primera mitad de las “24”todo cambió. Las esperanzas de victoria de Conway, Kobayashi y “Pechito” López se esfumaron...
Como en una pesadilla, el TS050 (en ese momento conducido por el japonés) tuvo que volver a boxes para una intervención por un problema en el turbo. El cambio de la unidad les costaría más de media hora y frenaría la marcha triunfal que habían sostenido desde el comienzo de la prueba. A partir de ese momento, lo único que quedó por hacer fue tratar de atacar a los dos Rebellion R13-Gibson de Rebellion Racing, que habían aprovechado la oportunidad para treparse al podio provisional de la prueba.
El comienzo de la carrera, sin embargo, fue una demostración contundente de la tripulación ganadora de la Hyperpole. Conway pudo completar su tanda sin el más mínimo error y construyó una cómoda ventaja, lograda con ritmo y vuelta tras vuelta. Diferencia que llegó a los 40 segundos después de una hora de carrera.
Al mismo tiempo, un pinchazo obligó al Toyota TS050 # 8 a una parada extra no programada. Razón que afirmaba las aspiraciones de la tripulación del # 7 cuando Kobayashi, el hombre más rápido a una vuelta en la historia de Le Mans, tomó el volante. Más rápido en rendimiento puro y ajeno a los hechos de la carrera, el equipo a cargo del nº7 parecía invencible. La victoria tan esperada comenzaba a tomar forma.
Sin embargo, cuando todo hacía suponer que el nº8 se iba a dedicar a cumplir su inevitable papel como guardaespaldas de la “liebre” líder, esto no sucedió. Hasta ese fatídico momento, Buemi, Nakajima y Hartley, solo se mostraron experimentados y diligentes en su misión, aunque con sus aspiraciones condicionadas por lo que no habían podido concretar en la primera parte de la carrera, cuando una alerta al comienzo de la noche debido a un problema de recalentamiento en el freno delantero derecho, los obligó a una parada de 10 minutos para solucionarlo.
Y cuando todo lucía como para convertirse en una marcha triunfal del nº7 hacia su primer triunfo en la legendaria prueba, el turbo, la detención, seis vueltas parado, vuelta a pista en el curto lugar... y el destino de la gran carrera pareció una vez más convertirse en un resultado “de ruleta” con el nº8 coronado por tercera vez consecutiva, sugestivamente, esta vez en la edición nº88 de la mítica prueba.