El nuevo formato para definir el formato de largada de las “24” –determinante para que los realmente más veloces larguen adelante en cada clase- no impidió que una vez más, el Toyota TS050 de Conway-Kobayashi-López, lograra el mejor tiempo para largar en punta en “el acontecimiento deportivo más importante del mundo” en su 88ª edición.

Con un lote de autos de las cuatro clases participantes ocupando los 13 kilómetros y pico del circuito de La Sarthe a la vez –seis por cada división, un total de 24 unidades que, en este caso, fueron 23 debido a que la clase mayor, LMP1, sólo reunió a cinco competidores-, uno de los factores más importantes como es la cantidad de vehículos en pista, quedó sensiblemente reducido, posibilitando un tráfico más fluido que optimizó las posibilidades de todos los intervinientes durante los 30 minutos de esta única sesión especial.

En ese marco, y luego de haber girado en los entrenamientos previos alrededor de 130 vueltas por espacio de más de 1.700 kilómetros, el Toyota TS050 nº7 comenzó a despedirse de Le Mans con una excelente vuelta a 251,200 km/h, a cargo del “hyperveloz” Kamui Kobayashi, el piloto encargado de clasificar en el clásico francés, quien revalidó esa condición luego de haber sentado un precedente difícil de superar en 2017 cuando, con 3m14s791  a 251,900 km/h, batió todos los récords existentes en el formato actual del semipermanente de La Sarthe.  

Esto confirmó la aprobación del Toyota Gazoo Racing por el nuevo formato de clasificación “Hyperpole” para las 24 horas, que pudo haber tenido una rúbrica todavía más significativa ya que la vuelta-récord de Kobayashi de 3m15s267,  estuvo a punto de ser superada poco después cuando el japonés, que iba rumbo a lograrlo, excedió los límites de la pista en la curva Tertre Rouge –donde se inicia la famosa recta Des Hunaudières- , y al ser advertido del exceso, se vio obligado a abandonar el intento, perdiendo la oportunidad de romper su propio récord de hace tres años.

"Nunca todo estuvo muy tranquilo, pero aun así había una mejor oportunidad para tener menos tráfico, así que posibilidad de hacer un buen tiempo de vuelta fue muy concreta. Creo que la Hyperpole fue una buena idea, porque en Le Mans normalmente hay tantos autos que casi nunca se puede lograr una vuelta clara", comentó Kobayashi.

Los equipos también recibieron dos juegos de neumáticos nuevos extra, para que se centraran exclusivamente durante la sesión de media hora en tratar de ir lo más rápido posible, yendo a buscar el tiempo de vuelta definitivo y sin tener que preocuparse por los neumáticos en ninguno de sus períodos de carrera.

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