El crossover para el segmento mediano de la marca coreana entra en escena con novedades, y en esta cuarta generación, llega con una estética radicalmente cambiada y una fuerte apuesta por la electrificación.

El sector frontal se destaca por una gran parrilla en cuya trama se integran los grupos ópticos LED, flanqueados por grandes tomas dinámicas, además de un paragolpes que le aporta mucho carácter.

Lateralmente conserva el perfil conocido, aunque con nueva impronta a través de algunos trazos más marcados y voluminosos, mientras que en la zona trasera se destacan sus parantes vinculados por un listón de luces LED.

El interior se destaca por su estilo ágil, minimalista e integrado con el revestimiento de las puertas. Cuenta además con una instrumentación digital configurable con pantalla de 10” y un sistema de información y entretenimiento equipado con pantalla táctil, además de una consola central en la que abundan los controles táctiles.

El nuevo Tucson incorpora un completo equipamiento en materia de seguridad, además del paquete de ayudas a la conducción Hyundai SmartSense.

Mecánicamente, la oferta estará conformada por alternativas nafteras y diésel además de tres niveles de electrificación, en versiones con tracción simple delantera o tracción integral. Volviendo a los propulsores, estarán el naftero 1.6 litros T-GDI de 150 CV, y en diésel en diésel la propuesta es el 1.6 litros CRDi de 115 CV.

Respecto a las versiones electrificadas estarán disponible el 1.6 T-GDI con microhibridación de 48 voltios en versiones de 150 y 180 CV, además del diésel 1.6 CRDi también mild hybrid de 136 CV.

Además, la versión híbrida HEV combina el motor naftero 1.6 litros T-GDi con un motor eléctrico de 44,2 kW, y una potencia combinada de 230 CV que trae una batería de iones de litio de 1,49 kWh. Por otra parte, habrá una versión híbrida plug-in, también basada en el mismo motor 1.6 T-GDi, que entregará 265 CV de potencia combinada.

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