El Land Rover Defender no fue ajeno a motores V8 en sus generaciones anteriores, aunque el esfuerzo oficial más reciente se produjo recién un año después del inicio de la producción de la nueva versión, cuando la división Defender Works V8 aplicó el motor V8 de 5.0 litros de aspiración natural de la serie AJ de origen Ford en el modelo, poco antes de que esta familia de motores entrara a su etapa final, algo que sucederá antes de que termine 2020.
Todo indica que su sucesor será la unidad de 4.4 litros de BMW, probablemente, la misma que montará el Range Rover de próxima generación, que ya se advierte probando sobre algunas “mulas” Defender 110 de la marca y que, sin mayores cambios estéticos en relación a la versión estándar del modelo, puede descubrirse por dos detalles inequívocos: primero, la leyenda “Prototype Vehicle” en el marco superior del portón trasero y luego, cuatro sugerentes salidas de escape de sección cuadrada que surgen por debajo del paragolpes.
La mayor parte de la carrocería estándar de los Defender 110 utilizados como “mulas” aparece intacta, aunque las especificaciones rodantes de estos vehículos de desarrollo están más orientadas a la ruta, con llantas de aleación más grandes que calzan neumáticos con especificaciones de asfalto.
Por ahora, el Defender 110 es la única versión de carrocería convertida en “mula de pruebas” para el nuevo V8, aunque queda por verse si la variante corta Defender 90 también tendrá el motor biturbo de origen alemán que, según se conoció, para esta nueva misión sobre un vehículo de JLR orillará los 500 CV y al cual se acoplará una caja A8, obviamente, con tracción integral.

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