La marca-madre Daimler hizo el anuncio al revelar que se está preparando para registrar una pérdida operativa de alrededor de u$s 1.910 millones en el segundo trimestre de 2020, especialmente, causada por una disminución en la demanda provocada por diferentes cierres generales y de concesionarios.
Esta situación determinó que la producción estadounidense y mexicana de sedanes Mercedes-Benz Clase A, actualmente fabricada en su planta en Aguascalientes, México, ya no seguirá adelante, aunque dicho establecimiento se concentrará en la producción del GLB.
Por otra parte, la producción del Clase C de Mercedes-Benz en Tuscaloosa, Alabama, EE.UU., cesará también, y el sitio se centrará únicamente en los SUV (el futuro del Clase C en Alabama estuvo bajo amenaza desde 2017).
En lo que resultó ser un trimestre difícil por lo apuntado, la unidad Mercedes-Benz Cars & Vans registró una pérdida operativa de u$s 1.270millones y una pérdida operativa ajustada de u$s 323 millones. Daimler agregó que gastó unos 146 millones de dólares en limitar los esfuerzos durante todo el trimestre, incluidas las compras de personal en Mercedes-Benz.
De esto se deduce que los sedanes de la marca que llegan desde México con “arancel cero” a la Argentina (en realidad, el único que en este momento llega es el sedan Clase A), en el futuro podrían cambiar de origen (tal como sucede actualmente, dicho origen estará determinado por la casa matriz). No obstante este cambio, que alteraría el lugar de producción de dichas siluetas, no influiría en los precios de venta de los mismos en nuestro país de acuerdo con la política de “flexibilización de precios” que la marca implementa en Argentina (cualquier modelo cuesta lo mismo independientemente de donde se produzca).

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