La marca alemana no deja de padecer espasmos que, en los últimos días parecen haber tomado una dinámica mucho más activa.
En rápida sucesión, a las demoras en las entregas del Golf VIII por problemas con el software del vehículo hace menos de un mes (19/05) se le sumaron, el histórico fallo adverso que la obliga a reconocer los derechos a recibir compensaciones de los usuarios alemanes compradores de unidades diésel manipuladas (25/05), el desplazamiento de la cima de la marca VW del CEO Herbert Diess, según se dijo “por confrontaciones internas”(09/06) y ahora, pudo conocerse esta semana, que el lanzamiento del 100% eléctrico ID.3 se había retrasado por segunda vez. Algunas versiones sugieren que los primeros vehículos se entregarán en septiembre, y que las variantes conectadas a la nube no estarán disponibles hasta finales de año.
Como se recordará, el ID.3 se erigió en el primer paso de lo que VW planea como una gama de modelos eléctricos que, además de desafiar a Tesla, también será lanzado para cumplir con las nuevas y estrictas normas de emisiones de la Unión Europea (según informó The Wall Street Journal, fueron las demoras en lanzar el ID.3 las que aceleraron la salida de Diess de la máxima conducción de la marca).
Los problemas que presnta el ID.3 son los mismos que cuando se conoció por primera vez, en febrero de este año, que el software del auto era defectuoso y que la marca aún no había resuelto por completo sus problemas, a pesar de haber invertido miles de millones de dólares en el desarrollo de autos eléctricos. Algo similar a lo que sucedió con la demora en las entregas del mucho más convencional Golf VIII.
Todo sugiere que la conexión a Internet del ID.3, está diseñada para permitir a los propietarios actualizar los sistemas del auto en forma inalámbrica, sin tener que recurrir un concesionario. Tesla ya ha logrado esto, pero el ejército de ingenieros de software de VW no ha podido establecer un vínculo sólido entre el auto y las aplicaciones basadas en la nube de la compañía que ha estado desarrollando con Microsoft Corp.
Es cierto que los problemas ocasionados por la pandemia influyeron, pero no es menos cierto que el inconveniente con el software podría haber sido encarado trabajando “desde casa”, tal como operó todo el mundo en estos últimos tiempos en la industria automotriz.

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