11/12/2019. El creador del grupo surcoreano Daewoo muere a los 83 años. Había comenzado como vendedor de telas, fundó un conglomerado que abarcó desde autos hasta construcción edilicia, construcción naval, comercio, y valores diversos, hasta que llegó la debacle y...
Kim Woo-choong falleció después de vivir el auge del conglomerado que construyó transformado en un símbolo de la destreza manufacturera de Corea del Sur, para luego convertirse en uno de sus mayores fracasos corporativos, aplastado por la deuda.
Kim, quien murió hace 48 horas a los 83 años después de luchar contra una enfermedad crónica, lideró lo que alguna vez fue el segundo conglomerado más grande de la nación, y símbolo el vertiginoso ascenso de Corea del Sur luego de la guerra que asoló a toda Corea entre 1950 y 1953.
Con una enorme energía y explotando estrechos lazos con los líderes de Corea del Sur, Kim convirtió su conglomerado en un gigante que empleó a más de 300.000 personas, con vínculos en 110 países en su apogeo.
En materia automotriz, Daewoo Motor, parte del Grupo Daewoo, fue adquirido por General Motors a principios de la década de 2000.
Sin embargo, la agresiva expansión de Kim a la cabeza de su grupo, que aumentó el número de integrantes del mismo a 41 empresas afiliadas, llevó a Corea del Sur al borde del incumplimiento nacional durante la crisis financiera asiática de fines de los ‘90.
Una vez admirado como héroe nacional, Kim huyó de Corea del Sur en 1999 cuando Daewoo colapsó con deudas de más de U$S 75.000 millones, lo que obligó al gobierno a intervenir y tomar el control del grupo.
En 2005, Kim regresó después de años en el exilio, solo para ser arrestado y sentenciado a 10 años de cárcel por malversación de fondos y fraudes varios. Pero en 2007, un año y medio después de su condena, un tribunal de apelaciones eliminó la pena, manifestando que Kim había prestado un servicio a Corea del Sur al formar el inédito grupo. Ese año, también recibió un indulto presidencial.
Grupos empresariales coreanos lamentaron la muerte de Kim. "Lo que comenzó marcó un camino. Ahora somos una nación con un comercio global que se abre paso a través de los océanos y continentes y en parte, se lo debemos al empuje original de Kim".
