A pesar de la tormenta que se abatió sobre gran parte de Buenos Aires, de verdaderos lodazales en algunos sectores del predio, del sorpresivo viento frío que siguió a la tormenta, del esquivo sol de primavera y aún hasta clausurando la edición nº19 de la muestra durante un día –sábado-, nada pudo evitar que más de 30.000 personas, cumplieran con el ritual que propone todos los años la exposición más importante de autos clásicos de Sudamérica.
Es más, hasta nos atrevemos a decir que, precisamente, todos los inconvenientes que se produjeron por el clima y sus circunstancias –que impidieron la recaudación con fines benéficos del estacionamiento que debió trasladarse hacia el exterior (sobre Av.Márquez)- no hicieron más que alentar a un público fiel que respondió en consecuencia, hasta con colas de personas en la única entrada habilitada en la esquina de Santa Fe y Márquez. Una respuesta que tuvo que ver con una exposición renovada que, en este caso, contó con casi 1.000 vehículos de todo tipo, clásicos e históricos, de categoría internacional la mayoría de ellos que, prácticamente, “detuvieron el tiempo durante cuatro días para revivir la industria automotriz y celebrar la preservación de su patrimonio”.
Y damos fe que la propuesta se llevó a cabo con el resultado esperado para quienes descontamos que la feria sería, una vez más, un éxito. Con un contenido enriquecido donde, con motivo de su centenario, el Club de Autos Clásicos (CAC) le rindió homenaje a Bentley, con la exposición de modelos donde se destacaron, un 4 1/4 Litre Sedanca Coupe by Gurney Nutting de 1937, ganador del “Best of Show” en Autoclásica 2005; y un T1 de 1972, auto que perteneció al tenista argentino Guillermo Vilas.
También se celebraron los 100 años de Citroën, donde la marca junto a su Club de Clásicos, sobre un espacio de 900 m2, tuvieron en escena más de 20 autos, desde un 2 CV de 1961, pasando por un Ami 8 y un Dyane 6, hasta un SM entre otros.
Otro acontecimiento especial, fue la celebración de los 100 años de la creativa carrocera italiana Zagato, con el auspicio de Antica Fórmula, el vermouth más antiguo y premium de Fratelli Branca, que rindió homenaje al experto en aeronáutica Ugo Zagato, devenido en estilista y constructor automotriz a través de unidades que hasta se convirtieron en leyenda.
Espacios especiales a los que se sumaron, celebraciones por los 50 años del lanzamiento del modelo Chevy en Argentina y los 60 años del Mini –incluyendo el lanzamiento de la edición limitada 60 Years Edition-; la carpa Racing 50 –con vehículos de competición de esa década y similares-, la de los Super Autos –con destacados deportivos de 30 o menos años de vigencia y camino a convertirse en futuros clásicos-, los 50 años del lanzamiento de la Honda CB 750 Four –evento saliente de las dos ruedas que tuvieron en el Barrio de las Motos, un nutrido epicentro-, y siguieron las celebraciones, con la que le realizó especialmente Peugeot al legendario José “Pepe” Migliore, exitoso piloto de la década del ’50, convertido en prestigioso hombre-imagen de la historia de la marca en Argentina.

Y también estuvieron los espacios para vehículos militares, los Autojumble y Motojumble, donde se podía encontrar hasta la más insólita pieza o recuerdo de un clásico, se inauguró el Classic Market, espacio destinado a los que buscan iniciarse o continuar en el mundo de la preservación o restauración de clásicos, se presentó el Peugeot 205 T16 con el que Carlos Retemann participara en el Rally de Argentina 1985 (3º puesto), el Numa 2B de SP argentino que supiera ser conducido por Carlos Ruesch y que fue presentado en una estado excelente luego de estupenda restauración, el espacio destinado a Leyendas del TC, con más de 20 ex pilotos y preparadores en el lugar, la presencia de casi 60 clubes y entidades representantes de autos y motos clásicos de la Argentina y Sudamérica, etc, etc.
Marco inmejorable para la elección de los vehículos más destacados de la exposición, momento culminante del acontecimiento y donde un Delage D8 1932, carrozado por Henri Chapron, fue distinguido por el jurado con el mayor premio de la muestra: "Best of Show Autoclásica 2019". Portador de una sintética historia que dice que en 1929 la marca Delage presentó su excepcional modelo D8, que estaba propulsado por un motor de ocho cilindros en línea, el primero de este tipo, tanto para Delage, como para la industria automotriz francesa. El motor de 4.061 cm3, tenía un único árbol de levas a la cabeza y una potencia máxima de poco más de 100 CV a 3.500 rpm para el D8 Normale y 120 para la versión deportiva D8 S. Se ofrecía a sus potenciales compradores, con chasis, mecánica e instrumental en condiciones de marcha y listo para ser “vestido” con diferentes versiones de carrocerías. El Delage D8 ganador fue distinguido por el jurado cómo “el mejor de la muestra” en virtud de “una singular belleza y armonía de líneas, que cautivan a quien lo ve, es como un amor a primera vista; expone un óptimo estado de preservación o restauración, es el representante de una marca con fuerte presencia en la historia del automóvil, cómo así también aquilata una importante historia personal, y tiene suficiente antigüedad como para convertirse en un verdadero clásico a través de los tiempos”. El ganador del “Best of Show” 2019 conformó una terna final junto a un Ferrari 250 Spider GT 1959 y un Packard 740 Doble Parabrisas 1930.
Entre las motos, la ganadora del premio "Best of Show Autoclásica 2019" fue una BMW R 17 de 1936. Sólo 450 unidades de este modelo fueron producidas entre 1935 y 1938, su motor de cilindros opuestos tiene 745 cm3 y está montado sobre un cuadro estampado. Este modelo, fue la primera moto, junto con la R12, en tener horquilla hidráulica. La R17 fue la nave-insignia de la marca que se llevó a la producción derivada de la mítica R7.
Los “Best of Show”, de autos y motos, fueron elegidos por el jurado entre los vehículos ganadores del primer premio de cada una de las categorías FIVA (Fédération Internationale des Véhicules Anciens). Por su parte, una Ferrari Testarossa 1987 fue la ganadora del “Premio Germán Sopeña” como “mejor automóvil deportivo contemporáneo” y una Honda CB750 Four 1969 se hizo acreedora al “Premio José Ricardo Larguía” al “mejor ejemplar en exposición producido desde 1913 a 1965”, ambos galardones fueron por elección y votación de los periodistas que visitaron Autoclásica 2019.

ORIGINALES E INOLVIDABLES

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