Industria Automotriz PANORAMA

SE AGRAVA Y AMPLÍA LA HUELGA DE GENERAL MOTORS

25/09/2019. Al entrar a su segunda semana de paro, la medida que involucra a casi 50.000 operarios, propone un “efecto dominó” que comienza a afectar a todo lo relacionado con GM...

Todo lo que toca GM comienza a sufrir los efectos de la huelga general de los empleados del grupo en EE.UU., ampliando los alcances de la misma a los propietarios de vehículos, concesionarios y trabajadores en Canadá y México.
A medida que la huelga de United Auto Workers (UAW) contra General Motors se extiende, han comenzado a producirse el cierre de muchos negocios de piezas de repuesto, los distribuidores se quedan sin componentes para reparar los vehículos y los autopartistas también están comenzando a verse perjudicados por la desaceleración del trabajo. Los stocks de unidades nuevas en los concesionarios se están achicando, y algunos modelos comienzan a agotarse.
Mientras tanto, GM está perdiendo millones de dólares y se ha visto obligado a cerrar una fábrica canadiense y enviar trabajadores a sus casas en otra. Los 49.000 trabajadores en huelga, por su parte, deberán sobrevivir con U$S 250 por semana como pago compensatorio por el derecho a huelga.
Este verdadero descalabro es solo una parte del alcance real del paro, ya que ni siquiera incluye los restaurantes, estaciones de servicio y otras empresas establecidas alrededor de las más de 30 factorías estadounidenses vinculadas con GM que han sido cerradas debido a la huelga.
En el ámbito autopartista, el mayor impacto hasta ahora parece ser la falta de disponibilidad de algunas piezas de repuesto para vehículos del grupo. La huelga ha obligado el cierre de un depósito de piezas en Charlotte, Carolina del Norte, donde la región sudeste normalmente recibe sus reemplazos, comentó un propietario de varios distribuidores de repuestos de GM en el área de Miami. Los proveedores de piezas, especialmente los más pequeños, que tienen a GM como principal cliente, también están empezando a verse afectados, e incluso los más grandes, como Magna International, una compañía canadiense que fabrica componentes para muchos modelos GM, informan despidos temporales en algunas de sus operaciones en EE.UU. y Canadá.

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El portavoz de GM, Jim Cain, reconoció que hay escasez de piezas, pero dice que todavía las están enviando desde depósitos a través de personal con cargos gerenciales, distribuidores que almacenan elementos para la venta a otros distribuidores y compañías externas que fabrican piezas para vehículos GM. "Obviamente es una situación difícil, pero estamos trabajando para encontrar otras fuentes de producción de partes en todo el país", amplió Cain.
En lo que refiere a los concesionarios, GM tenía demoras en las entregas de unidades de 77 días a fines de agosto, pero para los SUV grandes solo tenían de alrededor de 55, demora inclusive más baja que el promedio de la industria de 61 días. Sin envíos desde el 16 de septiembre, los suministros de unidades comienzan a verse afectados. Sin embargo, como las ventas en septiembre hasta ahora se han desacelerado respecto a agosto, los stocks no se están agotando tan rápido.
El panorama de GM en Canadá y México, según los analistas, sugiere que el grupo está perdiendo U$S 100 millones en ganancias por día. La huelga ya ha provocado que GM despida a 1.850 trabajadores y cierre su planta de armado en Oshawa, Ontario, cerca de Toronto. Otros 730 fueron despedidos de una planta de motores en St. Catherine's, Ontario, según Unifor, el sindicato canadiense de trabajadores automotrices.
Hasta el momento, GM manifestó que no se han cerrado plantas mexicanas, como tampoco una fábrica en Ontario que produce el SUV compacto Chevrolet Equinox.
Los trabajadores en huelga recibieron su último pago de GM el viernes pasado y ahora tendrán que depender de los U$S 250 por semana que les otorga el derecho a huelga, sensible merma respecto a los aproximadamente U$S 1.200 por semana que percibían en condiciones normales. Se estima que la interrupción del trabajo costará al fondo de huelga implementado por la UAW aproximadamente U$S 750 millones, unos U$S 31,5 millones por semana en concepto de huelga y costos por atención médica.

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