La primera señal de que la Clase X no tenía un futuro brillante fue una decisión anunciada en febrero por el ex CEO de Daimler, Dieter Zetsche. En ese momento, el ejecutivo manifestó que la compañía abandonaba los planes de producir la pick up para los mercados sudamericanos en la planta de Renault-Nissan en Santa Isabel, Córdoba.
La Mercedes Clase X, que toma como punto de partida a la misma plataforma utilizada por las Nissan NP300/Navara y Renault Alaskan, forma parte de un acuerdo de cooperación industrial entre Daimler y Renault-Nissan, siendo una de las propuestas más prometedoras de la firma alemana. Un vehículo que despertó grandes expectativas desde el momento mismo del debut del prototipo en el Salón de Ginebra 2016, y que se produce en la actualidad en la planta de Nissan en Barcelona, España.
Sin embargo, luego de su debut en el mercado en 2017, el modelo no ha logrado conquistar al público y parece estar cerca ya de transformarse en uno de los grandes fracasos de la firma alemana. Desde su lanzamiento mundial las cifras de ventas no fueron destacadas, al punto que en 2018 vendió tan solo 16.700 unidades en todo el mundo, tomando en consideración a Europa, Australia y Sudáfrica, y luego de que la compañía descartara una posible comercialización en EE.UU.
Uno de los principales inconvenientes con los que tropezó la Clase X fue su excesivo precio, ya que en Alemania el modelo arranca a partir de 37.294 euros, demasiado elevado en relación a sus competidores directos, las VW Amarok y Ford Ranger. La versión con motor V6 comienza en la friolera de € 48,790, precio comparable, centavos más centavos menos, al de una Ford F-150 Platinum en EE.UU. Especialmente, si consideramos que la Clase X es, básicamente, una versión anabolizada respecto a su origen NP300/Navara.
Varios factores intervendrían en la probable cancelación de la Clase X. El primero de ellos, es la necesidad manifiesta de Daimler en reducir costos y tratar de optimizar las ganancias de su negocio (margen contra el que atentan las ventas de la Clase X). También influye el replanteo de la alianza con Renault-Nissan, que perdió a sus dos principales impulsores como lo fueron Carlos Ghosn y Dieter Zetsche. Por último, Daimler redujo su pronóstico de ganancias a principios de este mes por cuarta vez en los últimos 13 meses, debido a una reserva superior de activos para cubrir las penas por las emisiones de sus diésel y los problemas con los airbags de Takata.

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