Sebastian Vettel finalizó primero con 1s342 de ventaja, pero perdió la victoria en el Gran Premio de Canadá ante Lewis Hamilton luego de ser penalizado por conducir de manera “peligrosa” contra su rival, según el criterio de los comisarios deportivos de la carrera.
El piloto de Ferrari cometió un error bajo la tremenda presión del quíntuple campeón del mundo, se salió de pista, cortando camino, y cuando reingresó, lo hizo obstaculizando sensiblemente a Hamilton que venía para pasarlo, al punto de que ambos autos estuvieron a punto de chocar. Los comisarios decidieron que Vettel se había reincorporado a la pista de manera “insegura y peligrosa” y lo penalizaron con cinco segundos de recargo.
Seguramente, Hamilton, habría pasado a Vettel si no hubiera sido bloqueado por este, pero la maniobra tuvo una sanción exageradamente dura considerando lo crítico de la situación, cuando la Ferrari tomó contacto con el pasto y se descontroló, aunque habría que preguntarse si Vettel pudo haber evitado la riesgosa encerrona. Quizás, en caso de haberse insistido en algún tipo de sanción, lo ideal, hubiera sido la implementación de una especie de "apercibimiento" o tarjeta amarilla (como la que también le hubiese cabido a Hamilton cuando obstaculizó a Verstappen en Montecarlo) que, de repetirse en esta u otra carrera, podría entonces si convertirse en una penalidad de cinco o más segundos de acuerdo a la gravedad que estimaran los comisarios.
Hamilton dijo por radio inmediatamente después del incidente: "Acaba de regresar a la pista peligrosamente!".
Vettel por su parte, informado del recargo, se quejó vigorosamente, diciendo: "¿A dónde m… más se suponía que debía ir? Todavía tenía pasto en mis ruedas!...". Y cuando desde el box le recomendaron que se mantuviera “enfocado”, contestó: "Estoy concentrado, pero nos están robando la carrera".
Vettel se quejó insistiendo que Hamilton podría haber ido por la parte interna, pero esa fue una lectura incorrecta de la situación, ya que para hacerlo debía cambiar de dirección (el Mercedes ya estaba encarado por el exterior) luego de esperar que la Ferrari pasara por delante de él y, probablemente, hubiera perdido todavía más.
Estamos convencidos de que la maniobra tuvo alto nivel de riesgo y de acuerdo con esto los comisarios actuaron, lo que no quiere decir que, paralelamente, la penalización no haya sido exagerada; aunque en estos casos, los comisarios deberían ser persuadidos respecto a los aspectos deportivos que siempre deberían primar en una carrera de autos. El reglamento contempla que este tipo de maniobras son pasibles de ser castigadas que fue, en definitiva, lo que hicieron. Por más que haya resultado una medida ni “simpática” ni “justiciera”, los comisarios se decidieron por una penalización que, de no haber sido aplicada como fue, hubiera perjudicado a un Hamilton que mereció como Vettel la victoria, que realizó una trabajo de presión impresionante, que fue absolutamente inocente en la maniobra en cuestión y que, a diferencia de Vettel, no fue el que se equivocó…
La maniobra y su resultado empañaron una buena carrera, donde Ferrari (que, finalmente, logró el 2-3 con Vettel-Leclerc) mostró un protagonismo destacado que es de esperarse que pueda mantener en las pruebas que vienen; con Renault determinado a acercarse al grupo de los “tres grandes”; Verstappen realizando otro gran trabajo (de 9º a 5º) y el local Stroll sumando impensados puntos cuando poco hacía suponerlo…

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