El Deutsche Tourenwagen Masters (DTM) reemplazará sus V8 de aspiración natural por unidades de cuatro cilindros en línea, turbo, a partir de 2019, no sin cierta aprehensión. Al igual que otras categorías, por caso la F1, el sonido de los autos del DTM de los últimos años, fue gran parte del atractivo para los fanáticos y el riesgo de perderlo o cambiarlo, no fue una decisión fácil.
No obstante, los equipos fueron conminados y ahora deben seguir un nuevo conjunto de reglas sobre los motores que, esgrimiendo un consumo de 95 kg/hora, hacía poco menos que imposible la continuidad de los V8.
Pero como “la necesidad es la Madre de todas las invenciones”, la máxima cobró nueva vigencia inspirando, en este caso a los ingenieros de Audi Sport, a llevar su creatividad al límite para enfrentar las nuevas restricciones.
Entonces, nos encontramos que donde los V8 anteriores alcanzaban su tope máximo en algo más de 500 CV, los nuevos “cuatro en línea” inician su cometido con más de 600 CV, aunque esto no es lo único...
Con una capacidad máxima de 2.0 litros, los nuevos motores turboalimentados cuentan con una función "Push To Pass" que le otorga 30 CV plus, además, cuenta con un sistema “AntiLag” para minimizar el retardo de entrada en gestión del turbo, y un régimen máximo de 9.500 rpm. Esto, logrado con combustible de surtidor bastante común -98 RON- unos 93 octanos en EE.UU. Por otra parte, van montados longitudinalmente cosa que, contando con un largo casi idéntico que los V8, no afecta en absoluto el esquema de tracción trasera de los Audi del DTM.
Pero todo no termina allí. También hay un importante ahorro de peso con los nuevos motores. Los V8 anteriores pesaban 148 kilos, pero los nuevos motores pesan solo 85, lo que lleva el peso total del Audi RS5 DTM que lo montará a menos de 1.000 kilos, entregando como resultado una relación de potencia/peso superior de aproximadamente 1.6 kilo/CV. Aunque quizás uno de los aspectos más interesantes de todo esto, pero no por eso más tenido en cuenta, sea el que indica que en el DTM un motor debe durar toda una temporada. Y es ahí donde se advierte un salto evolutivo fenomenal: donde los motores turbo de F1 de los ‘80 eran casi desechables al cabo de pocas sesiones ó una carrera como máximo, estos motores están proyectados para resistir +6.000 kilómetros de competencia divididos en múltiples carreras tipo sprint sobre un calendario de nueve fechas.
Este nuevo TFSI de 2.0 litros ha sido diseñado y construido “desde cero”, requiriendo aproximadamente 2.000 nuevos componentes. Su diseño ligero presenta algunos enfoques nuevos que potencialmente encontrarán su rumbo en los autos de producción de Audi en el futuro.
Si tal como se presume, esta unidad significa que los autos del DTM serán más veloces y por más tiempo y con la posibilidad de convertirse en “banco de pruebas” para este momento actual de los motores de combustión de los vehículos de calle, la misión será ampliamente cumplida.
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