Potente, opulento y algo extravagante, el SV Coupé de producción limitada estaba destinado a ayudar a Range Rover a celebrar su casi medio siglo de existencia como el SUV de lujo más vendido del mundo. Lo que hubiera sido un fuerte toque de atención para su rivales, por caso, el vigente Bentley Bentayga y el futuro Rolls-Royce Cullinan, ya que el próximo Range Rover, que debutaría en 2021, podría de esta forma subir un escalón categorizándose a nivel de estos y dispuesto a terciar en el segmento de los SUV de mayor rango.
Jaguar Land Rover planificó una partida corta de 999 unidades de este SUV de tres puertas fabricado a mano, modelo que había debutado hace menos de un año en el Salón de Ginebra y cuyas entregas deberían haber comenzado a fines de 2018, sin embargo, JLR confirmó la cancelación del SV Coupé a principios de este mes, a pesar de que numerosos clientes ya habían configurado sus vehículos y hecho sus pedidos. Medida que es consecuente con el programa de reducción de costos del grupo, internamente conocido como "cobrar y acelerar", con el que la compañía apunta a recortar costos por un monto de casi u$s 3.200 millones en los próximos años.

Si bien el tren motriz del SV Coupé era un V8 sobrealimentado de 557 CV, como utilizan algunos modelos de cuatro puertas del grupo, el resto del vehículo era bastante exclusivo, especialmente por los paneles de carrocería de aluminio, tan costosos como laboriosos de producir (otros elementos comunes con los Range Rover estándar eran capot y portón trasero).
Además, era poco probable que se encontrara un interior igual a otro en cada SV Coupé, ya que JLR planeaba construir cada vehículo a pedido, nivel de personalización que hubiese aumentado sensiblemente los costos de producción del modelo, cuya fabricación estaba planeada en el Centro Técnico de Operaciones de Vehículos Especiales de JLR en Coventry.
Problemas financieros vienen minando también las ganancias de JLR, en un momento en que los costos de desarrollo de sus productos están aumentando. El grupo se está preparando para lanzar varios productos clave, entre ellos, el nuevo Land Rover Defender, que saldrá a principios del próximo año, y el Range Rover Evoque de segunda generación, modelo de alto rendimiento y alto nivel de ingreso, a lo que se suman fuertes inversiones en electrificación y auto-conducción, argumentos que también fueron determinantes para este momento tan particular de la compañía.

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