El grupo chino Zhejiang Geely Holding Group, también propietario de Volvo y los Taxis de Londres, no ha presentado formalmente sus planes, pero están apareciendo señales de que quiere que Lotus se convierta en un jugador importante en el mercado de autos de lujo. Un protagonista a nivel de Porsche y Maserati y que inclusive irrumpirá en el segmento de ultra lujo para robar clientes de Bentley, Aston Martin, Ferrari y McLaren.
"Nuestras ambiciones para Lotus son enormes", manifestó un portavoz del grupo, quien no vaciló también en señalar como objetivos a los EE.UU. y hasta la propia China, como escenarios clave para el desarrollo de esos planes.
Antes de que el CEO de Lotus, Jean-Marc Gales, fuera reemplazado en septiembre de 2018, habló de que la compañía estaba recibiendo "cantidades sustanciales" de inversión de parte de su nuevo propietario. "Es lo que necesitamos para desarrollar dos autos nuevos de clase mundial", le manifestó oportunamente a Automotive News. Luego, insinuó que Lotus estaba planeando un hipercar que costaría alrededor de u$s 1.2 millones, a ese auto halo se le sumaría un SUV para desafiar al Porsche Cayenne y, casi con certeza, renacería el icónico Supercar de Lotus que, probablemente, llegará en 2020.
Un año atrás, Gales fijó los objetivos de ventas en 10.000 vehículos al año, aunque es casi seguro que la cifra ha crecido desde entonces. Y pese a que el CEO luego fue desplazado, las perspectivas no han cambiado, tanto que llevaron al principal analista de Gran Bretaña, Tim Urquhart (IHS Markit) que sigue de cerca esta transformación de Lotus a aventurar un significativo, "el cielo es el límite".

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