La compañía de productos químicos Ineos está en conversaciones con Ford para llevar adelante un deseos largamente acariciado por su CEO, Sir Jim Tatcliffe, revivir el icónico Land Rover Defender, anhelo que podría concretarse en la planta de motores de la automotriz en Bridgend, Gales, informó el Financial Times .
Entre varios establecimientos candidatos, Ineos preseleccionó la fábrica Ford en Bridgend, al sur de Gales, por ser un “lugar de producción potencial”, insistió el medio, citando fuentes cercanas a las conversaciones.
Para la producción de “su” Defender, Ineos podría usar una sección de la planta que, actualmente, ”produce motores para Jaguar Land Rover”, concluyó FT.
Esto podría ocurrir luego de que Jaguar Land Rover, grupos de marcas que Ford vendió a Tata Motors en 2008, manifestara que dejará de comprar motores nafteros producidos por Ford en Bridgend desde 2020, lo que creará cierta incertidumbre sobre la mayor parte de los operarios de la planta, que ascienden a 1.100 sobre un total de 1.700 empleados.
Ineos manifestó que planeaba tomar una decisión al respecto antes de fin de año, aunque no confirmó que esta se inclinara por la planta de Ford en Gales ya que también amplió el espectro a “otras opciones ideales”.
Mientras esto se materializa, Ineos firmó contratos con la antigua división de Mercedes MBTech para la ingeniería de los SUV, y con Magna International para el desarrollo de chasis.
La fábrica de Bridgend está también amenazada por la inminente separación del Reino Unido de la Unión Europea, lo que tiene bastante preocupado a Ford que, junto con otras automotrices, temen que el “Brexit” (la separación citada) pueda provocar la aplicación de aranceles y controles aduaneros entre Gran Bretaña y la UE, frenando la cadena de suministros, agregando costos y poniendo en riesgo la viabilidad de la producción de vehículos en territorio británico.
Ford es el mayor fabricante de motores para vehículos en Gran Bretaña y genera la mitad de la producción total del país con 2.7 millones de unidades, fabricadas en las plantas Ford de Bridgend y en Dagenham, cerca de Londres.

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