El primer argumento que cancela la posibilidad de que la nueva Ranger Raptor desembarque en EE.UU., es que está basada en un modelo global y no en la versión que se comercializará en dicho país, que es sensiblemente diferente. Por tal razón, adaptarla a los requerimientos de ese mercado llevaría un tiempo de desarrollo, e inversión consecuente, que la convertirían en un vehículo demasiado costoso para el escenario norteamericano.
Por otra parte, el objetivo de la Ranger Raptor, es que sea un fuerte ejemplo de vehículo-imagen y casi de culto para los fanáticos de la marca en todo el mundo, rol que está cumpliendo a las mil maravillas su hermana mayor, la F-150 Raptor, en EE.UU. Vehículo que, como contrapartida, no tiene destino global.
De tal manera que, oficialmente, la noticia de Ford Performance es que “no hay noticia sobre la Ranger Raptor para los EE.UU.” . Los únicos anuncios oficiales sobre el modelo lo posicionan, por ahora, en los mercados de Asia-Pacífico y Europa, aunque no se descarta una progresiva expansión que lo acercaría a Sudáfrica y a Latinoamérica, marco este último donde el objetivo primordial sería la comercialización en cantidades menores con la idea de prestigiar al modelo básico.

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