Con una incipiente y sugestiva tendencia de los usuarios hacia vehículos de alta velocidad, algunos de ellos con sistemas de propulsión alternativos en lugar de los habituales motores nafteros y diésel, el mercado de los SUV y crossover se está expandiendo significativamente.
Prueba de esto, fue el lanzamiento de la primera propuesta de Mercedes-Benz con formato de SUV 100% eléctrico que, bautizado EQC, tiene al Tesla Model X, al Jaguar I-Pace y al próximo Audi E-Tron como objetivos.
Un vehículo que, además de ser la primera propuesta 100% eléctrica de la marca, presenta una imagen de marca tan específica y fuerte como lo es un frontal que parecería más digno de AMG que de la propia Mercedes.
La combinación, avalada por un motor eléctrico por cada tren de ruedas, consigue producir 407 CV (402 hp/300 kW) y 825 Nm de torque (84,3 kgm) que, según la marca, le permiten un 0-100 km/h en 5s1/10 y una máxima de 180 km/h (limitada electrónicamente).

De acuerdo con la norma NEDC, el SUV eléctrico de Mercedes, tiene una autonomía superior a 450 kilómetros, gracias a un paquete de batería de iones de litio de 80 kWh, aunque en el mundo real esto dependerá mucho del estilo de conducción.
Lo concreto es que el EQC no será el único modelo de la marca que tendrá versión eléctrica, ya que se sabe que están probando el buque-insignia EQS y otras versiones similares podrían incluir modelos en casi todos los segmentos.
En la lista, aparece en primer término el que probablemente sea denominado EQA, o sea, un compacto totalmente eléctrico y también surge una variante emisión cero de la Clase X que, siguiendo en la misma línea, se bautizaría EQX.
La marca no confirmó oficialmente nada respecto a una pick up con estas características y si bien en principio se podría suponer que los fundamentos técnicos de un vehículo que, originalmente tomado como base, no pertenece a la marca (Nissan Navara/Frontier), el modelo –definitivamente- tiene mucho espacio para baterías y motores eléctricos y tal como ilustramos aquí, tampoco sería extraño que la Clase X que se producirá en Córdoba, fuera “vestida” con la estética del EQC para identificarla con una tecnología con la que Mercedes acaba de dar su primer paso.

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